En un rincón menos conocido de RD, un restaurante en Playa Mi Popa se ha convertido en sensación gracias a un video viral que mostró la generosidad y sazón de Doña Eva, su propietaria.
De acuerdo con EnSegundos.do, los comensales quedaron fascinados con su festín de mariscos frescos: pargo, mero y una langosta de 5 libras sazonada con “yerbitas del monte”, acompañadas de moro y aguacate, todo en un entorno rural e íntimo.
La experiencia no se queda solo en sabor: Doña Eva también ofrece hospedaje en tiendas de campaña familiares, ideal para turistas que buscan desconectarse con estilo sencillo.
La narrativa viral ha activado la promoción turística de Montecristi como destino auténtico, donde lo gastronómico se vive de forma genuina y cercana.
Expertos sugieren que este tipo de propuestas culinarias comunitarias tienen gran potencial para diversificar la oferta turística nacional.
