Más de 836 000 afganos en su mayoría mujeres y niños han cruzado de vuelta desde Irán y Pakistán desde abril. La Organización Mundial de la Salud advierte que los puntos fronterizos están desbordados: heridas, deshidratación y desnutrición son el pan de cada día, y la capacidad hospitalaria es mínima.
Con 17 equipos móviles y clínicas prefabricadas, la OMS ha brindado atención básica a 84 000 personas y aplicado 198 000 vacunas, pero su plan operativo de tres meses necesita al menos US$ 2 millones extra para no colapsar. Sin fondos, peligran servicios de parto seguro, salud mental y agua potable. El llamado es directo a donantes internacionales “sin refuerzo, se perderán vidas que aún podemos salvar”, advirtió el representante Edwin Salvador.








