Las calles del país entran nuevamente en una etapa de vigilancia reforzada con la puesta en marcha de un amplio dispositivo de seguridad que busca que las festividades decembrinas transcurran sin sobresaltos. El despliegue abarca zonas residenciales, áreas comerciales y puntos de alta circulación, justo en un período donde el movimiento de personas y el flujo económico tienden a dispararse.
Según la Presidencia, el operativo “Navidad con Garantía de Paz 2.0” moviliza a más de 22,700 agentes policiales, apoyados por otros 5,000 miembros de las Fuerzas Armadas, y permanecerá activo hasta el 10 de enero de 2026. La iniciativa se sustenta en la convicción de que la seguridad no solo depende de la presencia institucional, sino también del comportamiento colectivo durante estas semanas de celebraciones.
La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, presentó el operativo respaldada por una generación reciente de agentes formados bajo los estándares de la reforma policial. Esta cohorte la más numerosa hasta ahorallega con entrenamiento reforzado y con el lema “Proteger y servir” como hilo conductor. Raful insistió en que la tranquilidad ciudadana es un trabajo compartido y llamó a manejar con prudencia tanto en los hogares como en los espacios de entretenimiento que suelen extender sus horarios en estas fechas.
Ese mensaje conecta con una realidad tangible el país cerró 2024 con una tasa de 9.58 homicidios por cada cien mil habitantes, una cifra que rompe la tendencia de la última década. La reducción acumulada de un 32 % en los últimos tres años refleja una estrategia que ha implicado reuniones semanales de seguimiento encabezadas por el presidente Luis Abinader y acciones conjuntas en 28 territorios que hoy exhiben índices de homicidios en un solo dígito.
El director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, explicó que la institución entra a este operativo con mayor tecnología y equipamiento. Entre los recursos disponibles se encuentran cámaras corporales, gas pimienta, dispositivos eléctricos no letales y cinturones multipropósito, herramientas que facilitan intervenciones más transparentes y ajustadas a protocolos modernos.
El plan también toma en cuenta patrones propios de diciembre aglomeraciones en plazas, terminales y avenidas, la llegada de dominicanos residentes en el exterior y el dinamismo económico provocado por el salario 13. A partir de estos indicadores se diseñó un esquema de patrullaje preventivo que combina presencia física, monitoreo estratégico y coordinación interinstitucional.
A este entramado se suman organismos como el COE, Salud Pública, Medio Ambiente, el Ministerio Público, la Defensa Civil, la Cruz Roja Dominicana, la DNCD, los ayuntamientos y el Sistema 9-1-1. Su participación amplía la capacidad de respuesta frente a emergencias y asegura que el operativo no se limite a la seguridad ciudadana, sino que abarque salud, gestión de riesgos y control de espacios públicos.
La expectativa oficial es que este esfuerzo conjunto permita que la población disfrute de unas festividades tranquilas, con un clima social que acompañe el ritmo familiar de la temporada. La apuesta es, como dijo Raful, que la paz se construya en cada barrio y en cada casa, con autoridades presentes, pero también con una ciudadanía actuando con sensatez.








