El Parque Nacional Submarino La Caleta comienza a escribir una nueva etapa tras décadas de abandono. Con una intervención integral que transforma por completo su entorno, el espacio se perfila como un punto de encuentro entre la naturaleza, la recreación y la memoria histórica, justo en una de las zonas de mayor tránsito turístico del país.
Según informó la Presidencia, el ministro de Turismo, David Collado, realizó una supervisión final de los trabajos de reconstrucción, una obra que supera los RD 350 millones y que está lista para ser inaugurada en diciembre, cumpliendo con el cronograma establecido desde el inicio de la intervención.
Durante el recorrido, Collado destacó que el parque llevaba más de 50 años sin recibir una atención estructural real. Hoy presenta un rostro distinto: iluminación completa, nuevos parqueos, senderos peatonales y áreas pensadas para que tanto turistas como familias dominicanas puedan disfrutar del lugar con seguridad y comodidad. La visión es clara: convertir La Caleta en una parada obligatoria para quienes llegan o salen del país por el Aeropuerto Internacional de Las Américas.
La inversión se distribuyó en dos grandes frentes. Más de RD 250 millones fueron destinados directamente a la recuperación del parque, mientras que otros RD 80 millones se utilizaron para mejorar los entornos, incluyendo aceras y el paseo conmemorativo que exhibe los escudos de los países de América y el Caribe, ubicado en la salida del AILA.
El valor del proyecto no se limita a lo recreativo. Juan Mubarak, director nacional de Patrimonio Monumental, explicó que La Caleta posee una herencia prehispánica de gran relevancia regional, la cual fue cuidadosamente preservada durante el proceso de remozamiento. En una segunda etapa, está previsto el desarrollo de un centro de interpretación que permitirá a los visitantes comprender el significado histórico del área, incluso antes de la llegada de los españoles.
La intervención abarcó cerca de 120 mil metros cuadrados e incluyó un paseo de 2.74 kilómetros, paisajismo respetuoso de las especies existentes, miradores, plazas, áreas infantiles, zonas de esparcimiento y módulos para vendedores. Además, se construyeron baños, oficinas de Politur y espacios de servicio que refuerzan la seguridad y la experiencia del visitante.
Con esta renovación, La Caleta no solo recupera su valor ambiental y cultural, sino que se integra a la estrategia nacional de diversificación turística, apostando por espacios abiertos, accesibles y con identidad propia, en una zona clave del Gran Santo Domingo.








