Beijing. China advirtió al gobierno de Donald Trump que reinstalar aranceles de hasta 51 % sobre sus productos sería “bullying económico” y amenazó con represalias contra terceros países que firmen acuerdos logísticos “anti-China” con EE. UU. La reacción llegó después de que la Casa Blanca enviara cartas a 14 socios comerciales notificando gravámenes de 25 %-40 % a partir del 1.º de agosto si no participan en la nueva estrategia de “cadenas de suministro limpias”.
El diario oficial People’s Daily sostuvo que la única salida es el diálogo “en pie de igualdad”, pero advirtió que Pekín se mantendrá “firme en sus principios” y responderá “con decisión” para proteger sus intereses. La media de aranceles de EE. UU. a las exportaciones chinas ya alcanza 51.1 %, mientras que China grava a las importaciones estadounidenses con 32.6 %, según el Peterson Institute.
En paralelo, China Northern Rare Earth mayor productor de tierras raras ligeras informó que sus pedidos de exportación repuntaron en junio luego de las restricciones impuestas en abril sobre ciertos óxidos y magnetos como represalia a los aranceles estadounidenses. La empresa aseguró que su cartera de clientes “se está normalizando” pese al entorno hostil, hecho que el mercado interpreta como una señal de resiliencia del sector estratégico.
Economistas señalan que el choque arancelario puede encarecer insumos clave para la transición energética mundial imanes de neodimio, litio y cobre y aumentar la presión inflacionaria global. Si Washington ejecuta la subida y China contraataca cortando cupos de exportación, la cadena tecnológica occidental enfrentaría cuellos de botella similares a los vistos con los chips en 2021. Analistas prevén volatilidad en los metales industriales, con el cobre ya tocando máximos de 15 meses ante la expectativa de un impuesto de 50 %.








