El presidente ucraniano Volodímir Zelenski firmó este lunes un acuerdo para adquirir hasta 100 cazas Rafale fabricados en Francia, acompañado por sistemas de defensa antiaérea y drones, en una operación que prolonga durante al menos una década la colaboración militar entre París y Kiev.
Según informa EFE, el documento fue rubricado por Zelenski y el presidente francés Emmanuel Macron en la base aérea de Villacoublay, a las afueras de París, donde previamente Macron mostró a su homólogo ucraniano los aparatos y sistemas ofertados, entre ellos los misiles antiaéreos SAMP/T NG y Aster 30 B NT, radares GF 300 y diversos drones.
El convenio, que se plantea como una carta de intenciones sin aún contratos firmados, está diseñado para ejecutarse a lo largo de diez años, según lo comunicado por el Elíseo. Francia ya había comercializado con Ucrania material bélico por un monto aproximado de 8.600 millones de euros desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, incluyendo misiles anticarro, misiles de defensa aérea Mistral, cañones Caesar, tanques blindados y aviones Mirage 2000 previamente ocupados por la Fuerza Aérea francesa.
En paralelo a esta operación con los Rafale, Ucrania había señalado el mes anterior su intención de adquirir entre 100 y 150 cazas suecos Gripen, lo que refuerza la urgencia estratégica de reforzar su aviación militar en el contexto del conflicto con Rusia.
La visita, que supuso la novena de Zelenski a Francia desde el inicio de la guerra, se desarrolló en un momento de especial presión para Kiev: el frente militar mantiene tensión sostenida y el Gobierno ucraniano enfrenta además una crisis interna de gobernabilidad. Desde la base de Villacoublay, ambos líderes se desplazaron al Mont Valérien, en Suresnes, donde se encuentra el cuartel general de la coalición de voluntarios formada por 35 países para prever garantías de seguridad en Ucrania en caso de un eventual alto el fuego, dado que el Estados Unidos ha descartado el despliegue militar directo.
Al término de la visita, Macron y Zelenski compartieron un almuerzo en el Palacio del Elíseo y luego participaron en un foro común sobre cooperación en drones, reforzando la idea de que esta relación bilateral va más allá del mero suministro de armas y apunta a una alianza tecnológica militar más profunda.
Desde París se interpreta este acuerdo como una señal clara de respaldo a Ucrania, con una doble motivación: contener la ofensiva rusa y posicionar a la industria de defensa francesa como actor clave en el nuevo mapa de seguridad europea.








