Juan de Herrera, San Juan, RD Un niño de tres años, identificado como Jansiel Venzan, residente de la comunidad Loma Verde, fue encontrado muerto este miércoles en un canal de riego luego de varias horas de búsqueda tras haber sido reportado como desaparecido.
El menor fue localizado sin signos vitales en un canal ubicado en la comunidad Solorín, distrito municipal Jinova, a varios kilómetros de su hogar. Vecinos y familiares informan que la familia vive muy cerca del canal donde terminó ocurriendo la tragedia, lo que ha intensificado el dolor en la comunidad.
Las autoridades competentes han iniciado una investigación para determinar las circunstancias exactas del incidente. Hasta el momento no se ha informado si hay testigos directos, negligencia institucional, ni si existían medidas de seguridad en el canal.
Contexto de los riesgos infantiles en zonas rurales
Aunque no hay estadísticas específicas publicadas recientemente en medios locales para Juan de Herrera que documenten cuántos niños mueren en canales de riego, lo ocurrido no es un hecho aislado en zonas rurales de la República Dominicana. Varios factores contribuyen al riesgo:
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Proximidad de viviendas a zonas de agua sin barreras: En muchas comunidades rurales, los canales de riego, acequias o cuerpos de agua sin señalización o protección adecuada están muy cerca de hogares.
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Falta de supervisión constante en horarios críticos: Mucho de los accidentes suceden cuando los adultos no están presentes o cuando los niños están jugando sin supervisión cerca del agua.
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Infraestructura deficiente: Canales sin mantenimiento, falta de barandas, rampas seguras o señalización de peligro son comunes en áreas agrícolas o de riego.
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Escasa cultura de prevención: No siempre se realizan campañas educativas o comunitarias enfocadas en prevención de ahogamientos, aunque algunas organizaciones han promovido iniciativas.
Llamado a acciones preventivas
En luz de esta tragedia, expertos y vecinos insisten en la importancia de medidas como:
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Instalar barreras físicas o cercas alrededor de los canales de riego cercanos a viviendas.
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Colocar señalización visible de peligro para alertar niños y adultos.
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Educación comunitaria: charlas, campañas locales de sensibilización sobre los riesgos del agua, primeros auxilios básicos para ahogamientos, etc.
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Supervisión permanente de menores cuando se encuentren cerca de fuentes de agua, especialmente en zonas rurales.
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Intervención institucional: que los municipios o instancias correspondientes evalúen los canales cercanos a zonas habitadas y ejecuten mejoras de infraestructura.
Este suceso no sólo deja una familia devastada, sino que también plantea preguntas urgentes sobre la seguridad infantil y la responsabilidad colectiva en comunidades rurales. La vida de los más pequeños depende, muchas veces, de pequeños detalles: una cuerda de cerca, un aviso de peligro, una mirada atenta.