Marc Anthony ya está de vuelta en su icónica villa “El Oasis”, en Casa de Campo, La Romana, donde acostumbra pasar los feriados largos con su esposa, la modelo paraguaya Nadia Ferreira, y su pequeño Marco Antonio Jr. Este año la familia llegó justo a tiempo para celebrar el Domingo de Resurrección de hoy, 20 de abril, y disfrutar de las actividades exclusivas que ofrece el complejo más lujoso del este dominicano.
Según publicó el Listín Diario, Ferreira compartió en redes sociales imágenes de los bungalós recién restaurados lugar donde comenzó el siniestro de agosto de 2024 y un paseo por Altos de Chavón, la réplica de un pueblo mediterráneo del siglo XVI que corona la colina con su anfiteatro, la iglesia de San Estanislao y una oferta gastronómica que enamora a cualquier visitante.
La vuelta tiene un sabor especial: “El Oasis” estuvo parcialmente fuera de servicio tras el incendio que consumió buena parte de los bungalós ocho meses atrás. El fuego no tocó la casa principal de 10 000 pies cuadrados gracias a la rápida respuesta de los bomberos, pero obligó a una renovación profunda del área de huéspedes y de la palapa de dos niveles junto a la piscina con playa artificial.
Con los retoques terminados, la propiedad vuelve a lucir sus acabados de madera de eucalipto y piedra coral obra del arquitecto Dino Barré, los muebles diseñados a medida y las piezas de arte del dominico‑italiano Fernando Varela. La villa, que puede alojar hasta 24 personas, cuenta con dos piscinas, jardines exuberantes y un muelle privado sobre el río Chavón, detalles que la han convertido en refugio habitual de estrellas que buscan privacidad en Quisqueya.
La agenda de Semana Santa en Casa de Campo este 2025 está en plena ebullición desde clínicas de polo hasta torneos nocturnos de golf, y un programa musical que incluyó anoche un tributo a Frank Sinatra en honor al 40.º aniversario del anfiteatro de Altos de Chavón el mismo escenario donde Marc Anthony ha cantado en varias ocasiones y donde, se rumora, podría sorprender con una aparición relámpago este fin de semana.
No es la primera vez que Marc convierte su villa en epicentro de celebraciones. En 2014 se casó allí con la venezolana Shannon de Lima, y desde entonces la propiedad es parada obligada para la familia cada Navidad, Año Nuevo y, por supuesto, Semana Santa. Para la industria turística de La Romana esa constancia es oro puro: cada visita del salsero genera titulares internacionales y refuerza la imagen de Casa de Campo como destino de celebridades, con beneficios tangibles para hoteles boutique, restaurantes y tours náuticos de la zona.
Más allá del glamour, la presencia de Marc y Nadia ofrece un mensaje potente la resiliencia de la comunidad local y la capacidad del enclave para recuperarse de contratiempos sin perder su esencia. A ocho meses del incendio, “El Oasis” luce intacto y hasta mejorado, recordando que el lujo también implica invertir en seguridad, sostenibilidad y mano de obra dominicana altamente calificada.
Con el sol caribeño a plenitud y el sonido de las olas de Bayahíbe de fondo, la pareja planea un brunch en el muelle antes de esconder huevos de Pascua en el jardín para su hijo y los primos que llegarán en la tarde. Si algo ha quedado claro, es que para Marc Anthony la Semana Santa dominicana no es solo una tradición: es un ritual familiar que, como su salsa, se reinventa sin perder el swing.