Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que Memphis, en el estado de Tennessee, será la próxima ciudad a la que enviará tropas de la Guardia Nacional como parte de su estrategia para enfrentar lo que define como un “creciente crimen” en las calles. El mandatario señaló que “habría preferido ir a Chicago”, pero aseguró que actuará con firmeza en la ciudad sureña.
Según la agencia de noticias EFE, Trump hizo el anuncio durante una entrevista en vivo con el programa Fox and Friends. Allí sostuvo que resolverá la situación en Memphis “con la Guardia Nacional y, si es necesario, con el Ejército”. Aseguró además que tanto el alcalde de la ciudad como el gobernador de Tennessee apoyan la medida, aunque admitió que hay preocupación por la escalada de violencia.
La decisión de Trump se enmarca en una serie de despliegues similares en distintas ciudades del país. En Washington D.C., por ejemplo, ya había ordenado el envío de unos 2.000 efectivos para patrullar junto a la policía metropolitana, pese a que las autoridades locales reportaban un descenso en los índices delictivos. En paralelo, la capital ha visto un aumento de redadas migratorias, lo que ha generado rechazo entre amplios sectores de la población.
Los operativos, además de enfocarse en la seguridad urbana, han derivado en un incremento de detenciones de inmigrantes, en muchos casos personas señaladas de vivir en el país sin documentación. Ese patrón se repite en varias ciudades donde Trump ha intervenido con fuerzas federales.
En Chicago, donde el presidente había mostrado mayor interés en intervenir, encontró resistencia tanto del gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, como de las autoridades locales, quienes califican el despliegue como un “abuso de poder”. Trump respondió criticando la gestión estatal y subrayando la cifra de homicidios recientes en esa ciudad.
El antecedente inmediato de Memphis es Los Ángeles, donde Trump ordenó movilizar a la Guardia Nacional durante protestas mayormente pacíficas contra los operativos migratorios. La decisión, tomada en contra del gobernador demócrata Gavin Newsom, desembocó en una demanda judicial del estado de California para frenar la medida y recuperar el control de las tropas.
Con estas acciones, la Casa Blanca mantiene la línea de seguridad dura que ha caracterizado la gestión de Trump, mientras crecen las tensiones entre su gobierno y los estados gobernados por demócratas, quienes reclaman mayor autonomía frente a los despliegues federales.