El presidente estadounidense Donald Trump sorprendió al anunciar que dio luz verde a Corea del Sur para desarrollar su primer submarino de propulsión nuclear, una decisión que redefine el equilibrio militar en Asia y refuerza la cooperación entre Washington y Seúl.
Según la agencia EFE, el mandatario explicó en su red Truth Social que esta autorización responde a la fortaleza de la alianza militar entre ambos países. En su mensaje, Trump destacó que el nuevo submarino reemplazará los modelos diésel actuales, menos ágiles y con menor autonomía en el mar, marcando según él un salto tecnológico en la defensa surcoreana.
Además, el expresidente reveló que Corea del Sur acordó pagar 350.000 millones de dólares a Estados Unidos, a cambio de una reducción de los aranceles aplicados por Washington. El pacto también contempla la compra masiva de petróleo y gas de origen estadounidense, con lo que ambas naciones estrechan lazos económicos al mismo tiempo que fortalecen su cooperación militar.
Trump añadió que la construcción del submarino se llevará a cabo en los astilleros de Filadelfia, lo que, en sus palabras, impulsará un “resurgimiento” de la industria naval estadounidense. Analistas consideran que este punto podría formar parte de la estrategia del exmandatario para promover empleos y producción local en sectores vinculados a la defensa.
Desde Seúl, el presidente Yoon Suk Yeol identificado en la nota como Lee habría solicitado formalmente la autorización para desarrollar submarinos nucleares, argumentando que esta capacidad permitiría a su país asumir mayor responsabilidad en la seguridad regional. Según declaraciones citadas por la agencia Yonhap, Corea del Sur busca reducir su dependencia del aparato militar estadounidense, sin debilitar la alianza que ambos mantienen frente a las amenazas de Corea del Norte.
El proyecto, de concretarse, colocaría a Corea del Sur entre el reducido grupo de naciones con submarinos de propulsión nuclear, junto a potencias como Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia e India. Sin embargo, expertos advierten que este tipo de cooperación podría generar inquietud en Pekín y Pyongyang, dada la sensibilidad geopolítica de la península coreana.
Aunque todavía no se conocen los detalles técnicos ni los plazos de construcción, el anuncio ya ha despertado expectativas en los círculos de defensa y energía. Se prevé que la colaboración bilateral en este campo impulse nuevas inversiones y un reajuste estratégico en el Pacífico, donde la competencia por la influencia militar continúa intensificándose.








