El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, describió el reciente acuerdo entre Israel y Hamas como “paz en Oriente Medio”, durante una entrevista televisiva con Sean Hannity en la cadena Fox News. Según el mandatario, este entendimiento marca el inicio de una nueva etapa en la región, después de meses de intensos combates y negociaciones secretas.
Tal como informó Infobae, Trump aseguró que la liberación de los rehenes capturados por Hamas se concretará “en los próximos días”, y adelantó que las conversaciones para garantizar la seguridad de los liberados ya están en curso. “Los rehenes serán liberados probablemente el lunes”, señaló el presidente, destacando que “se están haciendo muchos esfuerzos” para acelerar el proceso.
En su diálogo televisivo, Trump también habló sobre las fases posteriores del acuerdo, entre ellas la reconstrucción de Gaza y la creación de un “Consejo de Paz” que, según explicó, será un organismo de alto nivel con el objetivo de administrar la transición política y humanitaria en el enclave palestino. Aunque no ofreció detalles sobre su composición ni su funcionamiento, afirmó que será “muy poderoso”.
El mandatario compartió además una anécdota de su conversación con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “Bibi me dijo: ‘No puedo creerlo, ahora le caigo bien a todo el mundo’. Y yo le respondí: ‘Israel no puede luchar contra el mundo’”, relató el presidente, sugiriendo un tono más conciliador hacia la comunidad internacional.
A pesar del optimismo de Trump, el acuerdo aún deja abiertas varias incógnitas no se ha precisado el calendario de retirada de las tropas israelíes de Gaza ni si Hamas aceptará un proceso de desarme verificable. Expertos en política internacional advierten que, sin un marco claro de implementación, el pacto podría enfrentar los mismos obstáculos que frustraron anteriores intentos de paz.
Analistas del Medio Oriente también apuntan que el anuncio ocurre en un contexto electoral sensible para Trump, quien busca proyectar liderazgo global y capacidad de negociación en un escenario internacional marcado por la inestabilidad. En Washington, algunos legisladores demócratas han pedido transparencia sobre los términos del acuerdo y el papel que jugó Estados Unidos en su mediación.
Mientras tanto, en Gaza y Tel Aviv, la población recibe la noticia con una mezcla de esperanza y cautela. Familias de los rehenes confían en que las promesas de liberación se cumplan pronto, mientras las autoridades locales intentan medir el verdadero alcance de lo que el presidente estadounidense llama “paz en Oriente Medio”.
