Trump enviará cartas con aranceles de hasta 70 % antes del 9 de julio

-

Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a apretar la tuerca del comercio internacional: empezará a despachar, desde este lunes, misivas “tómalo o déjalo” a una docena de socios para fijarles aranceles que podrían escalar al 70 % a partir del 1 de agosto si no firman un trato exprés antes del 9 de julio. Con esta jugada, la Casa Blanca pretende zanjar negociaciones trabadas y mostrar músculo frente a quienes, según Trump, “se aprovechan del mercado norteamericano”.

Según la agencia EFE, el mandatario firmó ya varias de estas cartas en el Air Force One tras aterrizar en la base Andrews y confía en que la mayoría de destinatarios “esté completamente cubierta” antes de que expire la tregua comercial de 90 días. La lista oficial de países se divulgará el mismo lunes, aunque fuentes internas apuntan a potencias como la Unión Europea, Japón y Corea del Sur.

El movimiento no llega de la nada. Desde abril, Trump ha defendido su “tarifa recíproca” como remedio fácil frente a déficits crónicos y normas que dice perjudican la industria local. El Tesoro calcula aplicar un tipo plano del 10 % a un centenar de naciones, pero advierte que los rezagados encajarían tarifas arriba del 50 %. Bruselas, por ejemplo, corre para sellar un pacto que blinde buena parte de sus exportaciones antes del plazo fatal, mientras prepara represalias por €95 000 millones si la diplomacia se descarrila.

Wall Street ya lo percibe la simple amenaza ha empujado a la Unión Europea a acelerar concesiones como abrir el mercado automotriz y relajar cuotas cárnicas, aunque sectores agrícolas europeos la miran con recelo. Del lado asiático, Vietnam aceptó un 20 % “rebajado” para evitar un castigo de 46 % sobre su textil, y Pekín negocia contrarreloj para que su tregua previa no se volatilice.

Más allá del pulso geopolítico, la jugada impacta directamente a economías pequeñas y abiertas como la dominicana. Aunque República Dominicana no figura entre los primeros doce países, cualquier escalada tarifaria afecta el costo de insumos desde maquinaria hasta trigo importados vía socios que sí reciban la carta. En otras palabras si a la UE o a Japón le sube la factura para entrar a EE. UU., sus empresas buscarán trasladar sobrecostos a terceros mercados, incluido el Caribe.

También hay un riesgo jurídico. Un tribunal federal ya falló en mayo que el Ejecutivo no puede aplicar la ley de reciprocidad “de forma ilimitada”; sin embargo, una corte de apelaciones permitió mantener los aranceles mientras se dirime el fondo del caso recordatorio de que la estrategia pende de un hilo legal tan fino como político.

En resumen, Trump apuesta por la presión epistolar: cartas hoy, tarifas mañana. El éxito dependerá de si los socios ceden al reloj o si optan por la confrontación legal y la represalia comercial. Para los consumidores tanto en el Bronx como en Santo Domingo el resultado podría medirse en precios más altos antes de fin de año.

Lo Más Reciente

MÁS NOTICIAS