La travesía de un crucero de expedición por el norte de Australia terminó en tragedia cuando una turista de 80 años perdió la vida en una isla remota de la Gran Barrera de Coral. El viaje, que prometía paisajes vírgenes y aventuras tropicales, se tornó en una investigación sobre seguridad y protocolos marítimos.
Según la agencia EFE, la Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA) investiga las circunstancias que rodearon la muerte de Suzanne Rees, una contable jubilada residente en Sídney que viajaba a bordo del Coral Adventurer. La mujer se sintió indispuesta mientras ascendía hacia el mirador Cook’s Look, en Isla Lagarto, durante una jornada calurosa y húmeda a finales de octubre.
De acuerdo con la información policial, los guías recomendaron a Rees regresar al barco por precaución. Sin embargo, lo hizo sola, sin acompañamiento ni supervisión. Al caer la tarde, el crucero zarpó rumbo a su siguiente destino sin percatarse de que la pasajera no había regresado. Solo a la hora de la cena, cuando el personal revisó la lista de a bordo, notaron su ausencia y ordenaron regresar a la isla.
La búsqueda, realizada durante la madrugada y reanudada al amanecer, culminó con el hallazgo del cuerpo sin vida de la mujer el 26 de octubre. Las autoridades australianas buscan determinar por qué no se detectó su falta durante el embarque, pese a los controles que suelen realizarse antes de cada partida.
El Coral Adventurer, con capacidad para 120 pasajeros y 46 tripulantes, ofrece rutas por zonas consideradas “a menudo inaccesibles”. La embarcación se encontraba en su primera escala de un viaje de 60 días por aguas tropicales del Pacífico. Isla Lagarto, además de ser un punto de interés para buceadores, alberga ecosistemas frágiles y senderos exigentes bajo condiciones climáticas extremas, lo que podría haber influido en el desenlace.
En Cairns, puerto donde estaba previsto el regreso del crucero, oficiales de la AMSA esperaban abordar el navío para interrogar a la tripulación y revisar los protocolos de seguridad. La investigación también buscará establecer si existieron fallos de comunicación o negligencias durante la operación de recuento de pasajeros.
La muerte de Rees ha generado cuestionamientos sobre las medidas de supervisión en los cruceros de expedición, un sector en auge entre turistas mayores que buscan experiencias exclusivas. Expertos en turismo marítimo señalan que, aunque estos viajes ofrecen contacto directo con la naturaleza, requieren mayores estándares de control dada la vulnerabilidad de su público objetivo.
