Turistas y habitantes varados en el devastado puerto mexicano de Acapulco

Turistas y habitantes están varados en el famoso balneario de Acapulco en el suroeste de México tras el paso del huracán Otis, que provocó este miércoles devastación masiva en hoteles, centros comerciales y vías públicas, según las primeras imágenes de medios.

«Los daños materiales son devastadores, no tenemos agua, no tenemos luz, pero estamos sanos y salvos», dijo Citlali Portillo, administradora de una residencia para turistas, a la cadena Televisa.

«¡El edificio se movía como si fuera un sismo y se movió así durante dos horas!», añadió la mujer que debió resguardarse en la tina de un baño durante el paso del meteoro. «Así es como nos salvamos», agregó.

Aseguró a los medios que siguió los protocolos de seguridad, pero «el huracán rebasó toda medida».

«Nos dijeron que vamos a poder salir (del puerto) hasta el viernes», añadió angustiada.

Otis, que se transformó en cuestión de horas en un huracán mayor y «potencialmente catastrófico», según autoridades meteorológicas, sorprendió al gobierno y al propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien aún no pudo llegar a la zona de desastre debido al bloqueo de vías.

La caída de las telecomunicaciones también dificultaba la cobertura periodística, con muy pocos medios de alcance nacional con capacidad de transmitir desde la zona de desastre.

El huracán impactó particularmente a los turistas, que no se pueden comunicar con sus familiares fuera de Acapulco por el corte de electricidad e internet.

«No nos dejan salir, estamos incomunicados. Ojalá alguien de mi familia me vea para que sepan que estoy bien», dijo Nely Palacios, una turista mexicana.

«Nos disponíamos a descansar, nos encontrábamos en el noveno piso del Hotel Ritz. Los vidrios empezaron a tronar muchísimo y nos resguardamos con barricadas que hicieron niños, mujeres, hombres (…) muchos resultaron heridos por vidrios», dijo con la voz entrecortada.

Otis impactó como categoría 5, la más destructiva en la escala de intensidad Saffir-Simpson, dejando sin servicios al puerto, que estaba al 50% de su capacidad hotelera.

El aeropuerto de Acapulco lucía inundado y con destrozos en techos y ventanas, de acuerdo con imágenes televisivas.

Cientos de turistas caminaban con lo que lograron salvar de sus pertenencias por la avenida Miguel Alemán, la principal de la ciudad, según las imágenes de televisión.

Las imágenes mostraron también edificios destrozados y reducidos a sus estructuras de concreto.

AP

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