El horizonte caribeño se ha convertido en un tablero de tensiones diplomáticas después de que el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, denunciara que Estados Unidos busca instaurar un vasallaje en América Latina y el Caribe.
Según EFE, Padrino señaló que Washington actúa desde el desespero por mantener su cuota de poder en el nuevo orden mundial, mientras el despliegue militar estadounidense en aguas caribeñas que incluye el portaaviones más grande del mundo es observado en Caracas como una “amenaza” para impulsar un cambio de régimen.
El jefe militar venezolano ha asegurado que hay Gobiernos latinoamericanos que respaldan el despliegue estadounidense sin siquiera precisar cuáles, mientras otros defienden la patria y la independencia. Padrino fue enfático “Nosotros tenemos el camino claro el camino nuestro es el del patriotismo. Allá aquellos que quieran seguir por el camino del entreguismo, del vasallismo, del esclavismo”.
La escalada de tensión entre ambos países se produce en un contexto donde la movilización naval y aérea de EE.UU. en el Caribe, presentada como parte del combate al narcotráfico, es interpretada por Caracas como un plan para remover del poder al presidente Nicolás Maduro. Esta movilización comenzó el pasado agosto, según datos de Washington.
En paralelo, la administración de Donald Trump ha vinculado a Maduro con el Cartel de los Soles, un presunto grupo de narcotráfico, y planea designarlo como organización terrorista extranjera (FTO, por sus siglas en inglés) la próxima semana una acusación que Venezuela califica de invención estadounidense.
El presidente Maduro advirtió que una agresión militar sería el fin político”de Trump, pero dejó la puerta abierta al diálogo directo cara a cara. Trump, por su parte, afirmó que podría haber discusiones con Caracas porque “Venezuela quiere hablar”. Asimismo, adelantó que ya tomó una decisión sobre las medidas contra el país, sin revelar detalles.
Este episodio señala una coyuntura delicada para la región mientras unos países valoran alianzas defensivas y estratégicas, otros prefieren subrayar la soberanía y la no intervención. En ese sentido, el enfrentamiento entre Caracas y Washington puede marcar un precedente clave en la política hemisférica y definir las alianzas futuras en el Caribe y más allá.








