El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, denunció que sectores de la oposición radical estarían organizando una “operación de falsa bandera” contra la Embajada de Estados Unidos en Caracas. Según el funcionario, la intención sería colocar explosivos en la sede diplomática con el objetivo de generar caos político y responsabilizar al gobierno de Nicolás Maduro.
Tal como informó Euronews, Rodríguez comunicó que ya se notificó al gobierno estadounidense sobre esta supuesta amenaza y que una embajada europea fue alertada para transmitir la gravedad de la situación a Washington. En el mensaje difundido en su canal de Telegram, el también jefe de los procesos de diálogo político aseguró que se reforzaron las medidas de seguridad en torno a la legación diplomática norteamericana, “que nuestro gobierno respeta y protege”, subrayó.
Las declaraciones se producen en un contexto de alta tensión entre Caracas y Washington. En agosto pasado, medios internacionales reportaron un despliegue militar estadounidense en el sur del Caribe con el argumento de combatir el narcotráfico, movimiento que fue interpretado por el gobierno venezolano como una maniobra de presión política. Paralelamente, el Departamento de Justicia estadounidense duplicó la recompensa por información que condujera a la captura del presidente Maduro, bajo acusaciones de narcotráfico que Caracas califica como infundadas.
Desde entonces, organismos regionales como la Celac y el bloque del ALBA han reiterado la necesidad de preservar la región como una “zona de paz”, apelando al respeto de la soberanía de los países latinoamericanos. Maduro sostiene que Venezuela enfrenta una “guerra multiforme” dirigida desde Estados Unidos con el propósito de propiciar un cambio de régimen.
Analistas consultados por medios locales advierten que estas tensiones, si bien no desembocan necesariamente en un enfrentamiento directo, incrementan la desconfianza diplomática y pueden derivar en nuevas sanciones o restricciones comerciales. También destacan que, en años recientes, la narrativa de la “falsa bandera” ha sido usada en distintos contextos para denunciar operaciones encubiertas o montajes políticos.
Mientras tanto, la Embajada de EE. UU. en Caracas continúa operando con personal limitado y bajo estrictas medidas de seguridad, en medio de una relación bilateral marcada por la sospecha y la falta de representación diplomática plena desde 2019.








