El senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay dio hoy un paso clave en su recuperación: los médicos de la Fundación Santa Fe de Bogotá le retiraron parte de la sedación y activaron un programa de neurorrehabilitación intensiva. A poco más de un mes del ataque que casi le cuesta la vida, el parte clínico habla de “respuesta clínica favorable” y de imágenes diagnósticas que confirman una evolución estable.
Según la agencia EFE, el congresista de 39 años permanecerá en la UCI con ventilación mecánica y monitoreo neurológico permanente, porque el pronóstico sigue “reservado”. La Fundación aclara que emitirá nuevos boletines solo cuando haya cambios significativos en su estado.
Investigación: cinco capturados y una red criminal detrás
La Fiscalía y la Policía ya suman cinco detenidos por el atentado, incluido el adolescente de 14 años que disparó y Elder José “el Costeño” Arteaga, señalado de coordinar la logística del ataque. Las autoridades hablan de un “outsourcing” delictivo pagado con hasta 1.000 millones de pesos y no descartan autores intelectuales aún prófugos.
Efecto dominó en la campaña del 2026
El Gobierno colombiano reforzó los esquemas de seguridad de al menos 14 precandidatos presidenciales y activó, con un año de antelación, el Plan Democracia para blindar la contienda. La Misión de Observación Electoral contabiliza 134 episodios de violencia política entre enero y mayo de 2025, la cifra más alta en siete años.
Ese clima revive fantasmas del pasado en 1989-90 Colombia perdió a los aspirantes Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro en una ola de magnicidios que ensombreció aquellas elecciones. Treinta y cinco años después, la sombra vuelve a proyectarse sobre una campaña que, sin haber arrancado formalmente, ya se libra entre chalecos antibalas y patrullajes militares.
¿Qué sigue para Uribe Turbay?
Los intensivistas explican que la neurorehabilitación temprana que combina fisioterapia, estimulación cognitiva y tecnología robótica puede durar meses y marcar la diferencia en la autonomía futura del paciente. Su entorno político, entretanto, asegura que el equipo de campaña seguirá activo, aunque la candidatura depende hoy de la evolución médica y de un país que busca garantías para votar sin miedo.
Con las balas todavía resonando en la memoria colectiva, la recuperación de Uribe Turbay no es solo un parte médico es un termómetro de la salud democrática colombiana. Porque si el aspirante vuelve a caminar y hablar en público, la contienda del 2026 recuperará algo más que un candidato recuperará, al menos en parte, la esperanza de que la política pueda disputarse con ideas y no con pistolas.
