El Gobierno argentino dispuso este lunes que las banderas nacionales ondeen a media asta durante una semana, tras el fallecimiento del papa Francisco a los 88 años en Roma. La medida, que se publicará en el Boletín Oficial en las próximas horas, incluye la suspensión de actos oficiales festivos y la invitación a los templos de todo el país a realizar toques de campana en señal de homenaje.
Según despachos de la agencia EFE, el vocero presidencial Manuel Adorni confirmó en la Casa Rosada que el presidente Javier Milei firmará el decreto que establece el duelo nacional “en reconocimiento a quien supo guiar espiritualmente a millones de personas alrededor del mundo”.
Adorni describió a Jorge Mario Bergoglio como un “símbolo de humildad y líder moral de alcance global”, y detalló que las exequias de Estado contemplan además un “minuto de silencio colectivo” en todas las dependencias públicas a las 10:00 a. m. de este martes. Aunque el cronograma del presidente reserva espacio para un eventual viaje a Roma, todavía no se ha confirmado su presencia en las honras fúnebres.
En un mensaje publicado en la red social X, Milei lamentó la pérdida de su compatriota y destacó que “haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor”. El mandatario subrayó que “las diferencias políticas hoy resultan menores” frente al legado del pontífice, a quien agradeció “la incansable defensa de la vida desde la concepción y su compromiso con los más necesitados”.
La reacción marca un punto de inflexión en la relación de Milei con Francisco. De acuerdo con el diario La Nación, ambos sostuvieron en febrero de 2024 una extensa audiencia de una hora en el Vaticano, donde el presidente pidió disculpas por viejas descalificaciones y, según fuentes de la Santa Sede, el encuentro transcurrió en un clima “cordial y reflexivo”. Aquella reunión abrió un canal de diálogo que se mantuvo activo a través del embajador argentino ante la Santa Sede, designado pocas semanas después.
Fuentes de la Conferencia Episcopal Argentina indicaron a Infobae que habrá misas simultáneas en catedrales de las 24 jurisdicciones del país, y que Cáritas desplegará una jornada nacional de donaciones de abrigo en memoria del papa. “Es un gesto que él apreciaría transformar el duelo en acto solidario”, apuntó el obispo Oscar Ojea.
Analistas políticos recuerdan que la muerte del primer pontífice latinoamericano deja a la Argentina ante un hecho inédito liderar el duelo de un jefe de la Iglesia católica nacido en su propio territorio. El sociólogo Jorge Novaro explica que la figura de Francisco “trascendió el ámbito religioso para instalarse en la conversación pública sobre pobreza, ecología y cultura del encuentro”, y anticipa que “su legado condicionará el discurso social de los próximos gobiernos”.
Mientras tanto, la Cancillería coordina con el Vaticano los detalles protocolares de la despedida oficial y la participación de una delegación argentina en el funeral, que se celebrará el viernes en la Basílica de San Pedro. Trascendió que el Senado y la Cámara de Diputados prepararían una sesión conjunta para rendir homenaje al papa, gesto que no se repetía desde la muerte de Juan Pablo II en 2005.
El país donde Francisco nació y ejerció como pastor durante más de cinco décadas entra así en un período de luto cargado de memoria y simbolismo. Ya suenan, en barrios porteños y del interior, campanas que mezclan dolor y gratitud por el sacerdote que llegó a la cúspide de la Iglesia y nunca olvidó el aroma del sur, como él mismo solía decir.
