El reloj marcó las 6:00 a. m. de este lunes y, casi a la par con el primer llanto de la mañana en la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, agentes de la Dirección General de Migración (DGM) empezaron a revisar pasaportes, cartas de trabajo y recibos de luz de cada paciente extranjero que cruzaba la puerta.
Según CDN, la Maternidad de la Capital fue uno de los primeros centros donde se aplicó el nuevo protocolo, diseñado para asegurarse de que quien reciba atención médica a cargo del erario esté en regla y pueda cubrir los costos que genere su ingreso.
La medidauna de las 15 anunciadas por el presidente Luis Abinader el pasado 6 de abrilabarca 33 hospitales públicos y busca “ordenar la atención, proteger los recursos y cumplir la ley”, de acuerdo con la DGM. Inspectores migratorios acompañarán al personal de salud: si el paciente no aporta documentos, se le estabiliza y luego se notifica su repatriación.
¿Por qué ahora?
El Gobierno se apoya en cifras duras. Entre enero y febrero de 2024 hubo 5,488 partos de madres haitianasmás de 600 solo en la Altagracia, un 30 % del total nacional. En algunos hospitales de frontera la proporción supera el 60 % . Mantener ese nivel de demanda costó al sistema público más de RD$1,000 millones el año pasado .
Mario Lama, director del Servicio Nacional de Salud (SNS), asegura que el protocolo no persigue negar atención sino garantizar “sostenibilidad y equidad”. El vicealmirante Rafael Lee Ballester, jefe de Migración, añadió que el proceso se hará “con apego al debido proceso y respeto a los derechos humanos”, sobre todo en casos vulnerables como embarazadas.
Cómo funcionará en la práctica
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Control en la puerta. Un agente migratorio verificará pasaporte, estatus laboral, prueba de domicilio y capacidad de pago.
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Atención prioritaria. Emergencias se atienden sin dilación; la facturación y el proceso migratorio se inician apenas el paciente se estabilice.
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Tarifas claras. El Ministerio de Salud prepara un tarifario único para extranjeros. Una vez emitido, los hospitales deberán facturar cada servicio.
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Repatriación programada. Si el extranjero sigue en condición irregular tras el alta, Migración coordinará su retorno a Haití.
Reacciones en los pasillos
El personal médico respira a medias. El Colegio Médico Dominicano saludó la intención de preservar recursos, pero recordó que “el galeno cura, no regula”. Madres dominicanas celebran la reducción de tiempos de espera; organizaciones humanitarias advierten sobre posibles barreras económicas para parturientas pobres.
Lo que viene
El Gobierno medirá la eficacia del protocolo en los próximos tres meses. Si las cifras de partos de haitianas sin seguro bajan y los hospitales logran facturar al menos el 60 % de los servicios, Salud Pública planea ampliar el modelo a salas de emergencia y consultas externas.
En palabras de Abinader, se trata de “poner la casa en orden sin cerrar la puerta de la compasión”. Queda por ver si esa balanza se mantiene firme cuando la realidad del corredor humanitario vuelva a empujar a las maternidades dominicanas al límite.
