Hudson’s Bay al filo de la liquidación el largo ocaso de la empresa más antigua de Norteamérica

-

En menos de dos semanas la Hudson’s Bay Company (HBC) fundada en 1670 y símbolo del comercio colonial británico podría sellar definitivamente su destino. El tribunal mercantil de Ontario fijó el 30 de abril como última fecha para presentar un plan de rescate y evitar que la cadena cierre sus seis tiendas históricas y subaste sus activos, desde los almacenes de Toronto hasta la bandera con la cruz de San Jorge que aún cuelga en su sede.

Tal como reseña elEconomista, la jueza a cargo del proceso le concedió ese respiro después de que la firma, hoy controlada por el fondo estadounidense NRDC Equity Partners, demostrara que todavía existe apetito por la marca entre compradores potenciales. Sin embargo, la realidad es mucho más áspera fuera de los despachos: el magistrado también autorizó la liquidación del resto de la red 80 tiendas Hudson’s Bay, tres Saks Fifth Avenue y 13 Saks Off 5th, con ventas de remate que comenzaron el 24 de marzo y se prolongarán hasta el 15 de junio.

Un gigante que se encogió a seis locales

La decisión judicial llegó tras un mes de trámites bajo la Ley de Acuerdos de Acreedores (CCAA). El plan original era salvar medio centenar de establecimientos, pero la falta de liquidez frustró las negociaciones con caseros y proveedores. Solo seis puntos de venta incluidos los emblemáticos Eaton Centre de Toronto y la Maison Ogilvy de Montreal quedaron al margen del remate. Incluso esos “sobrevivientes” penden de un hilo si no aparece capital fresco o un acuerdo de reestructuración, también entrarían en liquidación en mayo.​

Del monopolio de las pieles a la fiebre del retail

La HBC nació como compañía‑estado con poder para recaudar impuestos y levantar ejércitos en el vasto territorio llamado “Tierra de Rupert”. Durante dos siglos dominó el comercio de pieles y extendió telégrafo, lanchas y factorías por el norte canadiense. El golpe llegó en 1849, cuando un jurado rompió su monopolio; Reino Unido absorbió el territorio y pagó 300 000 libras a la firma, capital que sirvió para reinventarse como minorista. Aquella mutación de virreinato peludo a tienda por departamentos fue tan drástica como exitosa durante buena parte del siglo XX.

Pero el “boom” del comercio electrónico y la pandemia vaciaron sus pasillos. Entre 2019 y 2024 la empresa cerró operaciones en Estados Unidos, vendió Lord & Taylor y desalojó sus locales europeos. En el cuarto trimestre de 2024 sus ventas comparables cayeron 18 % interanual y las pérdidas operativas superaron los 680 millones de dólares canadienses, según los reportes ante la corte.

Últimos cartuchos y un respiro inesperado

Paradójicamente, los descuentos anticipados al anuncio de quiebra dispararon las ventas: del 8 al 14 de marzo HBC facturó 21 millones de dólares, 7,4 más de lo previsto, y pudo devolver un crédito puente de 16 millones. Ese éxito momentáneo convenció a la corte de dar un pequeño balón de oxígeno.​ Sin embargo, analistas de Ivey Business School avisan de que la falta de consenso con los acreedores y la caída del tráfico en los centros urbanos hacen improbable un rescate sin recortes traumáticos.

Impacto laboral y patrimonial

Más de 9 300 empleados se juegan el puesto y varios “malls” canadienses temen quedar con metros cuadrados fantasmas. Los municipios de Toronto y Montreal ya evalúan incentivos fiscales para evitar vacíos en el corazón comercial de la ciudad. La presión pública es fuerte: para muchos canadienses, perder la Bay sería casi tan simbólico como desmontar un trozo de su pasado colonial.

¿Hay salvación?

Quedan sobre la mesa dos vías: una inyección de capital liderada por Hilco Global especialista en cadenas al borde del cierre o un “management buy‑out” que concentre la marca en comercio on‑line y flagships experienciales. Ninguna de las dos opciones garantiza éxito, pero al menos otorgaría a la marca de la manta rayada la oportunidad de cumplir, con dignidad, su 355.º aniversario.

Por ahora, la palabra final la tendrá la bolsa de descuentos que se abre cada mañana en Queen Street si las cajas no suenan y los pasillos siguen vacíos, el 1.º de mayo podría amanecer sin una de las corporaciones más longevas del planeta.

Lo Más Reciente

MÁS NOTICIAS