El consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, reafirmó su convicción de que la opa lanzada por el BBVA sobre la entidad catalana no alcanzará los niveles de aceptación necesarios para prosperar. A su entender, el mercado subestima el potencial del Sabadell en solitario, mientras el BBVA “hace las cuentas del gran capitán” al dar por seguro el éxito de la operación.
Durante su intervención en el XVI Encuentro Financiero de Expansión y KPMG, el ejecutivo sostuvo que el Sabadell “vale más solo que junto al BBVA” y que su plan de negocio permitirá repartir hasta el 40 % de su valor entre los accionistas en menos de dos años y medio. Según informó la agencia EFE, la entidad prevé distribuir todo el capital que supere el 13 %, reafirmando su solidez y capacidad de crecimiento independiente.
González-Bueno descartó que la acción del Sabadell esté sobrevalorada, recordando que cotiza por debajo de sus competidores directos CaixaBank, Bankinter y Unicaja, lo que, a su juicio, deja margen de recorrido para los inversores. En ese contexto, afirmó que el BBVA tendría dificultades para alcanzar siquiera el 30 % del capital, ya que las cifras actuales rondan apenas el 12 %, según estimaciones que incluyen tanto a minoristas como a fondos e inversores institucionales.
El directivo también se refirió a la participación del empresario mexicano David Martínez, propietario del 3,86 % del Sabadell, advirtiendo que su decisión de vender no es irrevocable. A su entender, algunos accionistas podrían estar actuando de liebre, es decir, insinuando su venta para estimular el interés del mercado y beneficiarse en una posible segunda opa con mejores condiciones.
Si el BBVA lograra finalmente superar el 30 %, González-Bueno anticipó que se abriría el interrogante de si el banco presidido por Carlos Torres estaría dispuesto a lanzar una nueva oferta, esta vez en efectivo. Bajo ese escenario, calculó que el BBVA podría verse obligado a desembolsar unos 12.000 millones de euros, monto que requeriría una ampliación de capital, ya que sus recursos actuales apenas cubrirían entre 5.000 y 6.000 millones.
El ejecutivo fue tajante al afirmar que el precio ofrecido por el BBVA es muy malo y que la estrategia de intentar comprar barato, barato podría frustrar la operación. Cuando tiras cerca del póster y quieres comprar barato, no te sale la jugada, resumió, insistiendo en que la oferta no refleja el verdadero valor del Sabadell.
La opa del BBVA entra en su recta final esta semana, y el plazo de aceptación concluye el viernes 10 de octubre. Aun así, el debate sobre la viabilidad de una segunda oferta mantiene en vilo al mercado bancario español, mientras los inversores aguardan el desenlace de uno de los episodios financieros más tensos del año.

                                    






