El sector agropecuario dominicano lleva décadas buscando formas de aumentar su eficiencia, y esta vez, el Gobierno parece dispuesto a mover la aguja con un plan que fortalece la inversión y la mano de obra local. Varias comunidades rurales, donde la agricultura es la principal fuente de empleo, también aspiran a reducir la dependencia de operarios informales y a formalizar a los trabajadores interesados en incorporarse a estas áreas.
Tal como resalta deultimominuto, el Banco Nacional de Desarrollo y Exportaciones (Bandex) se prepara para inyectar recursos adicionales a los 2,800 millones de pesos ya asignados, con miras a un mayor nivel de mecanización en fincas y parcelas. Expertos en economía agrícola, basándose en datos de la Oficina Nacional de Estadística, señalan que la mecanización eficiente podría elevar la productividad hasta en un 30%. La construcción, otro pilar de la economía local, no se queda atrás: se proyectan acuerdos entre el Estado y el sector privado para introducir métodos modernos que sustituyan el trabajo manual, aumentando la seguridad y la velocidad de cada proyecto.
Representantes de cooperativas y asociaciones comentan que muchos productores, sobre todo de arroz y víveres, se mostraban reacios a invertir en maquinaria por la facilidad de contratar trabajadores extranjeros a bajo costo. Ahora, con la oportunidad de emplear beneficiarios del programa Supérate sin que pierdan sus incentivos sociales, la balanza se inclina hacia el empleo formal del dominicano. De acuerdo con el Banco Central, el sector construcción ha contribuido con cerca del 10% del Producto Interno Bruto en años recientes, por lo que aumentar la mano de obra local también podría tener un impacto importante en la economía formal.
El presidente hizo hincapié en que la mecanización del campo y la adopción de tecnologías modernas en las obras civiles tienen un doble objetivo: reducir la contratación irregular y promover la sostenibilidad productiva. Asimismo, insistió en que los problemas que empujan a la inmigración irregular no son exclusivos de República Dominicana. Aunque la estrategia se centra en fortalecer la soberanía laboral, el llamado internacional para que se atienda la situación de Haití sigue vigente, pues se espera que la comunidad mundial también aporte soluciones a esta crisis.