Desde las primeras horas de este miércoles, la República Dominicana amaneció con aguaceros pasajeros que bañaron puntos tan distantes como Higüey, Hato Mayor y la frontera con Pedernales. Según el Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet), el escenario obedece a la combinación de una vaguada en varios niveles de la troposfera y el empuje constante del viento del noreste, factores que seguirán activando nubes cargadas de humedad sobre buena parte del territorio nacional.
Indomet detalla que, aunque los chubascos matutinos han sido de corto alcance, para esta tarde se prevé un repunte de la nubosidad con lluvias débiles a moderadas, tronadas aisladas y ráfagas de viento, sobre todo en la Cordillera Central y provincias como Dajabón, Santiago Rodríguez y San José de Ocoa. La entidad prevé una leve mejoría en horas nocturnas, pero advierte que el patrón inestable se reactivará mañana viernes con aguaceros más intensos, especialmente sobre el Gran Santo Domingo, Monte Plata, Monseñor Nouel y la línea noroeste.
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) mantiene varias demarcaciones bajo alerta amarilla y verde por la posibilidad de crecidas súbitas en ríos, arroyos y cañadas, así como deslizamientos de tierra en zonas montañosas. La entidad pide precaución a quienes transiten por carreteras de la sierra y a los residentes próximos a laderas o cauces. ¿Qué esperar el viernes?
Los modelos de proyección indican que la vaguada persistirá sobre el país, reforzada por la humedad invasora desde el mar Caribe. Se pronostican lluvias moderadas a fuertes acompañadas de tormentas eléctricas y vientos que podrían superar los 40 km/h, con los mayores acumulados en la tarde y primeras horas de la noche. Este pico húmedo coincide con el comportamiento típico de abril, mes que históricamente inaugura la temporada lluviosa en el sur y el suroeste.
Temperaturas y oleaje
Pese a la nubosidad, el termómetro seguirá rondando los 30 °C en el litoral caribeño y descenderá a 21–23 °C en la madrugada. El oleaje se tornará picado en la costa atlántica; los organismos marítimos sugieren a las frágiles y pequeñas embarcaciones navegar con cautela desde Cabo Engaño hasta Monte Cristi.
Más allá del aguacero
Especialistas vinculan la recurrencia de eventos convectivos abruptos en abril con la variabilidad de la Oscilación del Atlántico Norte, que este año se ha mostrado en fase positiva. Ese patrón refuerza los vientos del noreste y facilita la entrada de núcleos nubosos sobre la isla. Meteorólogos consultados apuntan que el aumento de la temperatura media del mar en algunos puntos hasta 0.8 °C por encima del promedio provee la “gasolina” necesaria para que las vaguadas se tornen más lluviosas.