Santo Domingo. Una vaguada dominando el Caribe central descargó otra ronda de aguaceros intensos sobre gran parte del país, forzando al Centro de Operaciones de Emergencias (COE) a mantener dieciséis provincias bajo distintos niveles de alerta y a redoblar los protocolos de respuesta ante inundaciones y deslizamientos.
Según el boletín de esta mañana del COE, nueve demarcaciones quedaron en alerta amarilla La Vega, Monseñor Nouel, Santiago, Santiago Rodríguez, Samaná, Puerto Plata, Hermanas Mirabal, María Trinidad Sánchez y Espaillat por el alto riesgo de crecidas repentinas y deslizamientos; mientras que Sánchez Ramírez, Montecristi, San José de Ocoa, Duarte, San Cristóbal, Valverde y Dajabón se mantienen en verde como medida preventiva. El organismo instó a la población a evitar balnearios y a impedir que menores se acerquen a ríos o cañadas con caudales elevados.
La Oficina Nacional de Meteorología (Indomet) advirtió que la vaguada se fortalecerá al interactuar con aire muy húmedo proveniente del Atlántico, favoreciendo núcleos convectivos sobre el Cibao y la Cordillera Central durante la tarde-noche. Se prevén acumulados puntuales de 70 a 90 mm en menos de 24 horas, suficiente para desbordar cañadas urbanas y saturar suelos montañosos ya vulnerables.
Aunque abril suele cerrar con promedios históricos cercanos a 83 mm de precipitación en el país, este episodio ya supera ese umbral en varias estaciones del noroeste, según compendios climáticos de los últimos diez años, un recordatorio de la tendencia a eventos más extremos asociada al calentamiento regional.
Ingenieros hidrólogos consultados señalan que la presión sobre la infraestructura de drenaje en municipios como Tamboril y Moca es crítica los sistemas pluviales diseñados hace dos décadas trabajan al doble de su capacidad. De persistir la vaguada, podrían repetirse escenarios como el de noviembre de 2023, cuando las lluvias paralizaron el tránsito en el kilómetro 13 de la autopista Duarte y anegaron más de 1 500 viviendas.
Las autoridades locales activaron comités de emergencia; en Puerto Plata, brigadas conjuntas de la Defensa Civil y del ayuntamiento realizaron limpieza express de imbornales en la avenida Manolo Tavárez Justo. En Samaná, la Capitanía de Puerto prohibió el zarpe de embarcaciones menores hasta nuevo aviso, dada la mar picada prevista en la bahía.
Voceros del COE recordaron que los avisos pueden escalar si la vaguada se estaciona. Pidieron a residentes en laderas y márgenes de ríos mantenerse atentos a los boletines oficiales y, de ser necesario, acudir a los albergues prehabilitados en escuelas públicas y centros comunales.
La recomendación final es clara no subestimar estos aguaceros “de primavera” que, con su potencial de generar inundaciones súbitas, se han convertido en el nuevo rostro de la temporada húmeda dominicana. Mantener la disciplina preventiva puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.