SANTO DOMINGO.– La Semana Santa de 2025 dejó algo más que playas repletas y balnearios abarrotados: marcó el mejor desempeño turístico para estas fechas desde que el país cuenta registros formales, con 170 mil visitantes entre el lunes y el Viernes Santo, según cifras oficiales del Ministerio de Turismo.
De acuerdo con el portal especializado Arecoa, el ministro David Collado explicó que, aunque se proyectaban 200 mil llegadas, el flujo real representa un salto de 5 % frente al asueto del año pasado y confirma la tendencia ascendente que mantiene el sector desde 2022.
Los números encajan con el balance del Banco Central: solo en el primer trimestre de 2025 entraron 3 348 716 viajeros por vía aérea y marítima, un 3.82 % más que en igual período de 2024.
El empuje proviene sobre todo de Norteamérica, que aporta casi 58 % de los extranjeros no residentes 2.32 millones entre enero y marzo, seguida por Europa con 254 001 arribos, de acuerdo con el mismo compendio estadístico.
A ritmo de estas cifras, República Dominicana se perfila para romper otra marca antes de que finalice el año: superar los 12 millones de visitantes, una meta que analistas ven alcanzable si se mantiene la inercia actual, los nuevos vuelos directos desde Canadá y el empuje de la ruta de cruceros en Puerto Plata.
Collado atribuye el desempeño a la diversificación de la oferta desde el turismo comunitario en Bahoruco hasta experiencias de bienestar en Miches y a la campaña internacional “Changing Latitudes”, que ha reforzado la marca país en los principales mercados emisores. El ministro matiza, no obstante, que la seguridad y la sostenibilidad “siguen siendo la prioridad para cuidar el producto y asegurar que el crecimiento no se coma la gallina de los huevos de oro”.
El sector privado coincide: la Asociación de Hoteles y Turismo (ASONAHORES) estima que la ocupación se mantuvo por encima del 85 % durante el asueto y que el gasto promedio subió 4 % gracias al mayor interés de los excursionistas por experiencias gastronómicas y culturales fuera de los enclaves todo‑incluido.
Más allá de los récords, la temporada deja un reto claro: aumentar la capacidad aeroportuaria, sobre todo en las terminales de Santiago y Santo Domingo, donde la saturación en horas punta ya es palpable. Aun así, con los nuevos proyectos de infraestructura en marcha y una demanda que no cede, el país se reafirma como líder caribeño y, de paso, recuerda que la resurrección pospandemia llegó para quedarse.
