La devastación que dejó el huracán Melissa en el oriente de Cuba ha llevado a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) a activar una operación humanitaria sin precedentes, con el objetivo de asistir a miles de familias que hoy enfrentan un panorama de destrucción y brotes de enfermedades tropicales.
Según la agencia EFE, la IFRC lanzó un llamado de emergencia para recaudar 18 millones de dólares destinados a fortalecer la respuesta de la Cruz Roja Cubana. El plan, que se desarrollará en tres fases durante dos años, abarca desde la atención inmediata de los damnificados hasta la recuperación y la reconstrucción sostenible de las comunidades afectadas.
El secretario general de la IFRC, Jagan Chapagain, advirtió que el impacto de Melissa ha sido “devastador” y que el proceso de recuperación “tomará meses, quizá años”. Antes del paso del ciclón, la Cruz Roja Cubana ya había movilizado recursos al extremo oriental del país, incluyendo mil kits familiares de emergencia con artículos de higiene y utensilios básicos.
La organización planea ahora reforzar la distribución de colchones, frazadas, herramientas y lámparas solares para aliviar las difíciles condiciones de vida en las zonas más afectadas. Además, busca garantizar el acceso a agua segura mediante el suministro de kits de potabilización, rehabilitación de sistemas comunitarios y campañas de promoción de la higiene, en un contexto agravado por los brotes de dengue, oropouche y chikunguña.
Los fondos también se destinarán a prevenir la expansión de enfermedades transmitidas por mosquitos, una amenaza creciente tras las inundaciones que dejaron lluvias de hasta 400 milímetros y vientos de más de 200 kilómetros por hora. Una vez superada la emergencia, la operación pasará a la fase de reconstrucción, apoyando la reparación de viviendas con materiales y capacitación técnica.
Aunque el Gobierno cubano aún no ha ofrecido un balance oficial de daños, las imágenes desde el terreno muestran comunidades enteras sin electricidad, carreteras colapsadas, pérdidas agrícolas severas y viviendas destruidas. En medio de ese panorama, la Cruz Roja se perfila como una de las principales fuerzas de apoyo internacional para impulsar la recuperación de la isla.








