Derrumbe en El Portal de Santo Domingo madrugada de angustia en una popular discoteca

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El amanecer se tiñó de angustia en el sector El Portal, del Distrito Nacional, cuando se vino abajo el techo de una reconocida discoteca mientras se celebraba una concurrida fiesta de merengue. Quienes estaban en el lugar vivieron momentos de desesperación al quedar atrapados entre cascotes y vigas retorcidas, mientras equipos de socorro luchaban por poner a salvo a los heridos. Las primeras luces del día encontraron a la comunidad unida, con vecinos y autoridades colaborando codo a codo en medio de la incertidumbre.

Como menciona Yoan Silverio en deultimominuto, la discoteca Jet Set figuraba como uno de los puntos más populares para el entretenimiento nocturno en la ciudad. El colapso dejó a decenas de personas esperando ayuda, mientras los vehículos de emergencia se multiplicaban por las calles buscando hospitales disponibles. Bomberos, personal de Protección Civil y distintas unidades médicas aportaron recursos con rapidez para evitar más desgracias.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE), a cargo de su director, Juan Manuel Méndez, coordinó una movilización masiva de ambulancias, cada una habilitada para trasladar a varios pacientes simultáneamente. De acuerdo con datos de la Dirección de Bomberos de Santo Domingo, en menos de un año se han reportado otros tres incidentes con estructuras en estado crítico, un factor que ha motivado llamados a revisar de forma más estricta las licencias de operación. El Ministerio de Salud dominicano, entretanto, difundió un boletín especial para informar sobre la capacidad hospitalaria y los planes de contingencia en marcha.

Mientras las autoridades levantan escombros e inician las investigaciones, mucha gente de la zona comparte testimonios sobre ruidos extraños y grietas previas que, según comentan, pasaron desapercibidas. Desde distintos rincones de la ciudad han surgido reclamos para que se realicen inspecciones más rigurosas en los locales de recreación, exigiendo, en particular, que se cumplan las revisiones técnicas requeridas por ley. La preocupación crece al considerar que la vida nocturna y los espectáculos musicales son parte esencial de la cultura dominicana, pero no deben generar riesgos mortales.

La cifra definitiva de víctimas sigue siendo incierta, y se espera un comunicado oficial en las próximas horas. Aun así, la población continúa pendiente y presta a colaborar. Este suceso evidencia tanto la fragilidad de ciertas estructuras como la fortaleza que puede emerger cuando la comunidad dominicana se une para ayudar a quienes más lo necesitan.

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