Cada 2 de mayo, el planeta levanta la voz por el “rey de las latas y de los mares” el atún. La efeméride, proclamada por la ONU en 2016, busca mantener este pez bajo un manejo sostenible, clave tanto para los ecosistemas como para la seguridad alimentaria de millones de personas.
el atún va mucho más allá de un filete rosado en la mesa; es sustento económico, cultural y, sobre todo, nutricional. Veamos por qué merece un lugar fijo en tu plato y en las agendas mundiales de conservación.
1. Proteína magra que llena y repara
Una porción de 100 g de atún fresco aporta cerca de 25 g de proteína de alta calidad, ideal para fortalecer músculo y mantener la saciedad sin sumar grasa . Perfecto si andas recortando calorías pero no quieres sacrificar fuerza.
2. Omega-3 para un corazón que late al paso correcto
El atún destaca en DHA y EPA, dos ácidos grasos que ayudan a bajar triglicéridos, desinflamar arterias y afinar la función cerebral. Un hábito tan sencillo como comerlo dos veces por semana puede reducir el riesgo de cardiopatías, según estudios repetidos de la FAO y la OMS.
3. Vitamina D, el “sol” que se come
En tiempos de oficinas y pantallas, muchos andamos cortos de vitamina D. Una lata de atún puede cubrir hasta el 30 % de la ingesta diaria recomendada, reforzando huesos, defensas y hasta el estado de ánimo.
4. Selenio: escudo antioxidante
Este mineral, casi olvidado, neutraliza radicales libres y potencia el sistema inmune. El bonus: ayuda a contrarrestar los efectos del mercurio presente en peces grandes, según expertos de la FAO.
5. Complejo B para energía “full”
B12, B6 y niacina abundan en el atún y participan en la producción de energía y en la salud neurológica. Incorporarlo con vegetales de hojas verdes es una combinación ganadora para prevenir anemia y mantener la mente despierta.
El lado incómodo ¿se nos acaba el atún?
La popularidad tiene su factura. Más de un tercio de las poblaciones de atún sigue bajo presión de pesca excesiva, advierte la Iniciativa de Océanos Comunes de la FAO. Al mismo tiempo, el mercado mundial de conservas rozó los USD 34 600 millones en 2024 y apunta a superar los 45 000 millones en la próxima década . La buena noticia las capturas certificadas con el sello azul MSC crecieron 24 % en 2024-2025, señal de que la demanda por prácticas responsables va al alza.
Cómo ser parte de la solución
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Compra con sello: prefiera productos con certificaciones (MSC, Friend of the Sea).
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Varía la dieta: alterna atún con sardina, jurel o caballa para aliviar la presión pesquera.
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Infórmate y comparte: cada 2 de mayo, usa tus redes para recordar que detrás de tu ensalada hay un océano que necesita aire.
En pocas palabras, el atún sigue siendo un “superalimento” rico, versátil y vital, pero su futuro depende de que consumidores, gobiernos y empresas remen en la misma dirección. La próxima vez que abras una lata, piensa que ese bocado lleva el sabor de los mares y la responsabilidad de protegerlos.
