El precio del billete verde arrancó este sábado 21 de junio con movimientos mínimos: la tasa promedio publicada por el Banco Central (BCRD) se sitúa en RD$ 59.45 por dólar. En la ventanilla de los principales bancos comerciales la cotización oscila entre RD$ 57.50 y RD$ 60.50, dependiendo de si se compra o se vende.
Los números oficiales confirman la estabilidad de la divisa. Banreservas y Banco Caribe marcan el lado alto del rango con ventas en RD$ 60.25, mientras que Banco Popular ofrece la compra más baja en RD$ 57.50. Bloomberg Línea, por su parte, coloca el tipo de cambio spot en RD$ 58.97, un valor coherente con la media reportada por el mercado electrónico local.
La calma cambiaria se explica, en buena medida, porque el BCRD mantiene su tasa de política monetaria en 5.75 % desde hace cinco reuniones consecutivas. La autoridad monetaria insiste en que, con la inflación general anclada dentro del objetivo de 4 % ± 1 %, no hay presión inmediata para subir los intereses.
El entorno externo refuerza esa decisión: en lo que va de semana el dólar ha fluctuado apenas RD$ 0.48 entre RD$ 58.91 y RD$ 59.39, según Wise lo que refleja un mercado sin sobresaltos pese a la volatilidad global que suele acompañar los anuncios de la Reserva Federal.
Aun así, los analistas no bajan la guardia. FocusEconomics advierte que, si la economía estadounidense repunta y provoca un dólar más fuerte, el peso dominicano podría volver a probar la barrera de los RD$ 60. En contraste, una desaceleración de la demanda interna o un descenso adicional de la inflación abrirían la puerta a un recorte moderado de la tasa en el último trimestre del año.
¿Qué significa para ti?
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Importadores: aprovechen la estabilidad para cerrar órdenes y fijar costos antes de la temporada alta.
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Exportadores: un peso firme puede reducir los ingresos en moneda local; revisen márgenes y negocien coberturas.
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Viajeros y remeseros: las leves variaciones permiten planificar con mayor certeza; no esperen cambios bruscos a corto plazo.
En resumen, el mercado cambiario dominicano se mueve con paso corto pero firme: tasas casi inmutables y un banco central que, por ahora, prefiere el freno al acelerador. Mientras tanto, la palabra clave sigue siendo prudencia monitorear los datos macro y ajustar estrategias seguirá siendo la receta para navegar un dólar que, al menos en estos días, luce más sereno que nervioso.