Las fluctuaciones del dólar siempre causan revuelo en nuestra cotidianidad, en especial para quienes reciben remesas o invierten en diferentes sectores de la economía. Un cambio de unos centavos puede marcar la diferencia cuando toca cuadrar el presupuesto de la semana y, en tierra quisqueyana, esa atención al detalle se siente aún más.
De acuerdo con datos divulgados este miércoles 9 de abril de 2025 por el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), la compra de un dólar ronda los 61.57 pesos dominicanos y la venta se ubica en 61.83. Algunos servicios de envío de remesas ajustan un poco más la cifra, como Western Union, que maneja la tasa de 63.55 por cada billete verde. Del lado europeo, se reporta que el euro alcanza aproximadamente los 68.67 pesos, lo que sitúa 100 euros en 6,867 pesos y 100 dólares en unos 6,183 pesos. Esa variación puede parecer mínima, pero la realidad es que la gente hace malabares para sacarle provecho a cada centavo, ya sea para ahorrar, invertir o cubrir necesidades familiares.
Algunos informes de entidades internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), señalan que la economía dominicana mantiene cierta estabilidad en su mercado cambiario, respaldada por un sector bancario que responde con rapidez ante movimientos bruscos. Aun así, la actividad de la Reserva Federal de Estados Unidos, los precios del petróleo y los vaivenes en las exportaciones dominicanas contribuyen a uno que otro sacudón en las cotizaciones.
En la calle, la cotización exacta varía según la entidad financiera. Banreservas, por ejemplo, maneja la compra en 61.00 y la venta en 62.50, números que no distan mucho de las cifras manejadas por otros bancos y casas de cambio. Mientras tanto, los dominicanos siguen con la vista puesta en las subidas o bajadas diarias, esperando que el panorama se mantenga lo suficientemente estable para que sus ahorros, remesas o inversiones no pierdan valor. Mantenerse al tanto de estos ajustes, revisando los datos oficiales y comparando entre distintas instituciones, se ha convertido en parte esencial de la rutina financiera de muchos.