El corazón de Santo Domingo late con cierta inquietud, pues numerosas familias llevan días sin una gota de agua en sus llaves. En calles donde el calor de mediodía agobia, se observa a hombres y mujeres salir con cubetas y galones, esperando la bendición de un camión cisterna o que el suministro regrese de manera imprevista. Diversos sectores al sur y suroeste de la ciudad, tradicionales y emergentes, han visto su rutina afectada, ya que la espera de entre quince y veinte días para recibir el líquido vital se prolonga cada vez más.
Según “deultimominuto”, la periodista Yuleisy Ovalle abordó cómo algunos barrios cercanos a la avenida Gregorio Luperón, específicamente los que rodean la Plaza de la Bandera, enfrentan mayores complicaciones. Al parecer, la construcción de un paso a desnivel en esa zona generó daños en una tubería de 36 pulgadas de hierro dúctil, lo que empeoró la distribución. Residentes de El Cacique, Costa Caribe y otras áreas insisten en que las autoridades de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) tomen acciones más contundentes para resolver la crisis.
Voceros comunitarios señalan que en ciertos días el agua apenas corre por unas horas, mientras en otros la presión ni siquiera permite llenar un balde. Las edificaciones en crecimiento también suman otro factor de estrés para la red, pues el consumo se multiplica y la infraestructura no siempre aguanta. Desde el Ministerio de Medio Ambiente se ha reiterado que el país atraviesa una temporada de sequía más prolongada que en otros años, según mediciones de la Oficina Nacional de Meteorología. Esto obliga a extremar los cuidados y el uso racional del servicio, aunque ello no disipa la frustración de los afectados.
La CAASD confirmó que el daño en la tubería principal demorará varios días en resolverse, por lo que exhortó a los ciudadanos a almacenar agua de forma preventiva. La entidad reconoció que los trabajos de reparación podrían extenderse hasta que se logre restablecer la presión adecuada, al tiempo que ofreció disculpas por los inconvenientes. Organizaciones civiles, por su lado, reclaman más información y un plan de contingencia transparente, que incluya camiones cisterna en zonas donde el suministro no llega ni con oraciones.
Desde hace años, los expertos resaltan la urgencia de modernizar la red de distribución y concientizar acerca del uso responsable del agua. Este escenario revela la importancia de mantener planes a largo plazo que prioricen el servicio para todos. Mientras tanto, la población continúa haciendo malabares para llevar adelante la vida diaria, con la esperanza de que pronto el agua deje de ser un lujo y regrese de forma constante a los grifos.