Pekín y la Comisión Europea confirmaron hoy que las consultas para sustituir los aranceles de hasta 35 % a los vehículos eléctricos chinos por un sistema de “precios mínimos” están “en su etapa final”.
En un movimiento de presión adicional, el Ministerio de Comercio chino ofreció crear un “canal verde” para acelerar las licencias de exportación de tierras raras insumo crítico para los imanes de los motores eléctricos si Bruselas modera su postura.
Los mercados europeos reaccionaron con calma el índice STOXX 600 cerró prácticamente plano, mientras los fabricantes de autos del continente analizan los posibles escenarios. Según operadores consultados por Reuters, un acuerdo a última hora evitaría un shock de precios en un sector que ya enfrenta una caída del 70 % en los embarques de vehículos chinos a Europa desde que se discutieron los aranceles.
Mirada crítica. Para la Unión Europea, el dilema es claro proteger a sus fabricantes de la competencia estatal china sin poner en riesgo el suministro de materiales que no puede sustituir a corto plazo. Para China, ceder demasiado rápido sentaría un precedente peligroso antes de la cumbre del G-20 en septiembre. El resultado influirá no solo en el precio de los vehículos, sino también en la hoja de ruta industrial europea hacia 2030.