El expresidente de Bolivia, Evo Morales, volvió a poner en duda la legalidad y legitimidad de las elecciones generales del pasado 17 de agosto, al afirmar que el proceso careció de transparencia y que su invalidez ya fue demostrada públicamente.
Durante su programa dominical transmitido por Radio Kawsachun Coca, el exmandatario aseguró que no entiende para qué viene la Unión Europea o la OEA, refiriéndose a las misiones de observación internacional que participaron en los comicios. Según reseñó EFE, Morales insistió en que Estados Unidos habría “avalado esta elección”, lo que, a su juicio, confirma que el futuro Gobierno será de tendencia derechista.
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) sostuvo, no obstante, que el pueblo decidirá en las urnas y garantizó que no promoverá movilizaciones durante la segunda vuelta presidencial prevista para el 19 de octubre.
Por su parte, el presidente Luis Arce respondió con firmeza al exgobernante, advirtiendo que cualquier intento de desconocer los resultados del 17 de agosto pondría en riesgo la democracia y la paz social. El mandatario denunció que algunos sectores afines a Morales estarían coordinando acciones para deslegitimar la votación y obstaculizar el balotaje.
Las tensiones políticas se incrementaron tras conocerse que legisladores del MAS impulsan una comisión para investigar presuntas irregularidades en 3.600 actas de votación. A esto se suma una denuncia presentada ante el Ministerio Público por el ciudadano Peter Beckhauser, quien pide revisar dichas actas por posibles anomalías.
A pesar de las disputas internas, Arce reiteró su compromiso con un tránsito democrático” y aseguró que entregará la presidencia el 8 de noviembre “al candidato ganador.
La segunda vuelta enfrentará al expresidente derechista Jorge Tuto Quiroga, de la alianza Libre, y al senador centrista Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC). Según el Tribunal Supremo Electoral, más de 7,9 millones de bolivianos dentro y fuera del país están convocados a votar para elegir al nuevo Gobierno del quinquenio 2025-2030.
Las misiones de la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos coincidieron en que el proceso electoral fue “exitoso y pacífico”, pese a los cuestionamientos de Morales. De confirmarse la alternancia política, Bolivia cerraría casi dos décadas de dominio del MAS, que en el nuevo Legislativo apenas conservará dos diputados, un reflejo del profundo cambio que atraviesa el panorama político del país andino.








