El prestigioso actor y exviceministro de Cultura, Giovanny Cruz Durán, sorprendió a sus seguidores al confirmar que padece un linfoma, pero para alivio de muchos su organismo ha respondido con una velocidad inusual al tratamiento de quimioterapia.
Según Listín Diario, el también dramaturgo explicó en redes sociales que la oncóloga Faviela Tejeda Almonte quedó perpleja al verificar que, sin haber completado todavía el primer ciclo, la inflamación del ganglio prácticamente había desaparecido y la rigidez cervical cedía de forma notable. Cruz, con su humor característico, bromeó diciendo que “su linfoma ya tiene cara de miedo” y advirtió que todavía le queda tratamiento por delante.
El intérprete reveló que desde el 12 de abril se somete a rigurosos estudios incluidas dos biopsias y más de 40 pruebas analizadas localmente y en laboratorios de Estados Unidos para precisar el subtipo de la enfermedad. La rapidez de la remisión temprana, explican los hematólogos, suele asociarse a linfomas detectados en fases iniciales y con un manejo terapéutico oportuno.
Los datos respaldan su optimismo: la American Cancer Society estima que los pacientes con linfoma no Hodgkin alcanzan una tasa de supervivencia relativa a cinco años cercana al 74 % en promedio, con probabilidades mayores cuando el diagnóstico es precoz. La Organización Mundial de la Salud añade que el pronóstico mejora drásticamente cuando se acorta el tiempo entre la sospecha clínica y el inicio del tratamiento, subrayando la importancia de acudir temprano al especialista.
Aunque el actor mantiene el ánimo en alto, no ignora el duelo que vive el sector cultural por la reciente tragedia en la discoteca Jet Set, recordando que la salud emocional es parte esencial de la recuperación. Para la población dominicana, su caso resalta la necesidad de realizar chequeos rutinarios, ya que los linfomas suelen presentarse con síntomas tan inespecíficos como ganglios inflamados o fatiga persistente.
Cruz Durán continúa bajo vigilancia médica y, fiel a su estilo, prometió seguir informando paso a paso y sin drama. Su testimonio revela que, con diagnóstico temprano, un equipo multidisciplinario y la clásica determinación quisqueyana de ir pa lante y sin miedo, el cáncer puede quedarse sin libreto y sin escenario.