La noticia sacudió a la capital como un ventarrón de rumores. Desde Herrera hasta otros sectores, las conversaciones giraban en torno a un personaje que, a todas luces, se promocionó como rescatista de una tragedia en la reconocida discoteca Jet Set. El individuo, apodado “Foster”, aseguraba haber salvado vidas durante el colapso ocurrido en el local. Sin embargo, nuevas evidencias pintan un cuadro muy diferente, lleno de historias dudosas y engaños varios.
Tal como reporta CDN, el fraude salió a la luz gracias a la labor de la presidenta de una Junta de Vecinos de Herrera, Vanessa Josefina Reynoso. Ella destapó que Foster había pedido dinero para una supuesta operación y, al no recibir ayuda, se atribuyó el rescate de 12 personas en un incidente que lo dejó, según su versión inicial, herido de gravedad. Luego de indagar un poco más, Reynoso descubrió que este relato ya formaba parte de una serie de “hazañas” fabricadas por el sujeto, quien incluso había dado entrevistas pagadas para sostener sus mentiras.
De acuerdo con reportes de la Policía Nacional y declaraciones ofrecidas por líderes comunitarios, el autoproclamado salvador enfrentará acusaciones por estafa, falsificación y difamación. Investigaciones de otras entidades, como varias juntas vecinales del Distrito Nacional, revelan que este no es el primer caso de fraude público que se le atribuye a Foster; hace tiempo surgieron denuncias por historias inventadas en la avenida 27 de Febrero. Dichas prácticas no son tan raras en algunos sectores donde, a veces, la necesidad o la ambición llevan a fabricaciones que terminan perjudicando a la gente honesta.
Con apoyo de una periodista local, Reynoso exhibió pruebas que confirmaban la conducta mitómana de Foster. Este modus operandi no solo afecta a quienes fueron engañados —sea para aportar dinero o creer en un supuesto acto heroico—, sino que también erosiona la confianza en verdaderos rescatistas y líderes comunitarios que sí trabajan y se sacrifican diariamente. Voces como la de Reynoso subrayan la importancia de alzar la voz, sin importar si algunos temen represalias o difamaciones.
Numerosos medios independientes y foros comunitarios recuerdan que la mejor forma de combatir a estos “héroes de cartón” consiste en verificar las historias, exigir evidencias y colaborar con las autoridades. De esa manera, no se empaña la reputación de quienes actúan con valor en situaciones de riesgo real, y se frena a los oportunistas que buscan fama y beneficios a costa de la buena fe de la gente.