Un susto mayúsculo sacudió la Línea 2 del Metro de Santo Domingo la tarde de este miércoles, cuando un pasajero quedó prensado entre el vagón y el borde del andén en la estación Francisco Gregorio Billini, alrededor de las 3:40 p. m. Las brigadas del Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro (Cesmet) evacuaron el área en cuestión de minutos mientras llegaba una unidad del Sistema 9‑1‑1, que trasladó al afectado para una evaluación de urgencia.
Según el medio digital Deultimominuto, todavía no se han revelado la identidad del hombre ni las causas exactas del incidente, aunque testigos afirman que el tren se encontraba prácticamente detenido cuando ocurrió el percance.
La Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) activó su protocolo de contingencia, el mismo que el manual institucional establece para eventos que comprometen la integridad de los pasajeros y las operaciones del sistema. Este protocolo incluye la detención inmediata de la línea afectada y la coordinación con el 9‑1‑1 para la atención prehospitalaria.
Aunque el hecho de hoy no dejó múltiples heridos, reabre la discusión sobre la cultura de seguridad en el metro. Apenas el mes pasado, OPRET comunicó un incidente en la estación Juan Pablo Duarte donde, por causas aún bajo investigación, un tren tuvo que ser inmovilizado fuera de programación.
Históricamente, la red ha registrado percances menores pero preocupantes: en 2023, un conductor violó varios protocolos operativos y provocó la colisión de dos vagones, según reconoció la propia OPRET;en 2022, la prensa reportó un altercado que terminó con una persona herida luego de ingresar en estado de embriaguez.
El ingeniero Benjamín Henríquez, consultor en movilidad urbana, advierte que “cada incidente es un recordatorio de que la seguridad ferroviaria es un proceso vivo; si no se retroalimentan las lecciones, el riesgo se multiplica”. A su juicio, la distancia entre el vagón y el andén, llamada gauge, “debe reevaluarse estación por estación, especialmente en la línea inaugurada en 2013, cuya infraestructura ya muestra signos de fatiga”.
Al cierre de esta edición, OPRET mantenía la estación Francisco Gregorio Billini bajo inspección técnica, mientras la circulación de trenes se realizaba a velocidad reducida entre las estaciones Eduardo Britto y María Monte de Oca para garantizar la seguridad de los usuarios. Voceros de la entidad insistieron en que “la investigación será exhaustiva y se informará a la población de los hallazgos y las medidas correctivas”.
Para los miles de capitaleños que confían a diario en el metro, el episodio de hoy es un campanazo: la expansión del transporte público debe ir de la mano de una vigilancia permanente y la aplicación estricta de las normas, o, como diría cualquier dominicano en la calle, “hay que ponerle ojo antes de que la cosa se ponga fea de verdad”.