Más de 20 000 personas que pasaron por Rikers Island y otras cárceles municipales entre 1997 y 2012 y que nunca debieron permanecer allí después de cumplir sus sentenciaspodrían empezar a recibir cheques de 10 000 dólares o más tan pronto como el tribunal cierre la fase de reclamaciones del histórico caso Onadia v. City of New York.
El pacto, valorado en 92,5 millones de dólares, fue avalado por el juez federal Mitchell J. Danzinger y responde a la práctica ya abandonada de retener a inmigrantes exclusivamente por “detainers” de ICE, sin mandato judicial. Según las cifras presentadas ante la corte, Brooklyn encabeza la lista de posibles beneficiarios (5 619), seguido de Queens (5 345), El Bronx (4 120), Manhattan (3 623) y Staten Island (157).
La lógica tras el pago
Cada reclamante cobrará un mínimo de $10 000, con montos que podrían escalar hasta $48 000, dependiendo del tiempo extra de encierro y la fecha de la detención. La abogada Debra L. Greenberger, socia del despacho Emery Celli Brinckerhoff Abady Ward & Maazel (ECBAWM), celebró el desenlace “Llevó años, pero la ciudad finalmente reconoce que nadie puede ser castigado dos veces por el mismo delito”, afirmó tras la aprobación preliminar del trato. ECBAWM estima que el sobre-encierro colectivo superó los 166 000 días.
¿Quién debe reclamar y hasta cuándo?
La fecha límite original, fijada para mayo, se extendió hasta el 15 de agosto de 2025 luego de que organizaciones comunitarias advirtieran que muchos ex-reclusos viven ahora fuera de Estados Unidos o temen proporcionar datos personales. El formulario se completa en línea sin necesidad de presentar comprobantes y el bufete garantiza que ninguna información pasa por ICE.
Cómo llegamos aquí
El caso se remonta a 2010, cuando el burkinés Oscar Onadia denunció haber pasado 41 días extra bajo un detainer tras cumplir una condena de cinco días por conducir sin licencia. Su historia destapó un patrón que la ciudad mantuvo hasta 2014, año en que el Concejo Municipal y la Alcaldía de Bill de Blasio limitaron drásticamente la colaboración con ICE desde entonces, solo se honra un detainer con orden judicial y para personas condenadas por delitos graves recientes. La reforma sacó, incluso, la oficina de ICE de Rikers.
Dimensión regional
La Gran Manzana fue pionera en frenar detenciones arbitrarias, y más de 200 jurisdicciones han replicado políticas similares, empujadas por fallos judiciales que confirman lo obvio un detainer es una petición voluntaria, no una orden vinculante. Sin embargo, pocos casos han llegado tan lejos en materia de reparación económica.
Impacto en las comunidades
Activistas aseguran que la compensación va más allá del dinero. “Muchos perdieron empleo, vivienda o custodia de sus hijos por quedar atrapados en la cárcel sin razón”, apunta la coalición New Sanctuary NYC. Para la dominicana Rosa, detenida en 2009 por una infracción menor y liberada con un detainer que jamás debió existir, “este cheque es una reivindicación y una oportunidad de rehacer mi vida”.
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Verificación: La administración de reclamos analizará cada solicitud y, si procede, asignará un monto preliminar.
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Audiencias finales: El tribunal celebrará la audiencia de aprobación definitiva el 6 de octubre de 2025.
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Pagos: Se esperan los primeros desembolsos antes de que acabe 2025, sujetos al número total de reclamaciones válidas.
Consejos prácticos
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Reúne documentos: Sentencias, identificaciones y cualquier papel que muestre tu paso por Rikers u otra cárcel municipal.
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Evita intermediarios: El trámite es gratuito; si alguien cobra “gestión”, desconfía.
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Comparte la info: Muchos potenciales beneficiarios viven en el Caribe y Latinoamérica; un mensaje tuyo podría valerles $10 000.
Mirada crítica
El acuerdo no repara el tiempo perdido, pero lanza un mensaje contundente la ciudad ya no puede abrirle la puerta a ICE sin control judicial. Falta ver si otros estados especialmente donde los detainers siguen a la orden del día toman nota. Por lo pronto, miles de inmigrantes neoyorquinos se encaminan a cerrar un capítulo doloroso con algo de justicia (y efectivo) en mano.