El rugido del huracán Melissa aún retumba en la memoria de los jamaicanos. Tras su paso demoledor como categoría 5, la isla intenta levantarse entre escombros, carreteras bloqueadas y comunidades aisladas, mientras las autoridades coordinan una de las mayores operaciones de ayuda humanitaria de los últimos años.
Según la agencia EFE, el Gobierno de Jamaica espera este viernes la llegada de 20 aviones de carga con suministros y de una flotilla de helicópteros estadounidenses destinados a asistir a las zonas más golpeadas por el ciclón. El ministro de Energía, Telecomunicaciones y Transporte, Daryl Vaz, explicó que el Aeropuerto Internacional Norman Manley ya recibió 13 aeronaves y que el flujo de ayuda continúa “a un ritmo abrumador”.
El desafío, sin embargo, no radica solo en la cantidad de recursos sino en la distribución. “La logística para hacer llegar esta ayuda es compleja y el tiempo se agota”, reconoció Vaz, al referirse a las comunidades que llevan días sin electricidad, agua ni alimentos. Para aliviar esa carga, Estados Unidos ha desplegado entre ocho y diez helicópteros pesados con capacidad médica y de transporte de suministros, una medida que busca agilizar la asistencia en los distritos más remotos.
Mientras tanto, el aeropuerto de Montego Bay, uno de los más afectados por el ciclón, se reabrirá mañana a los vuelos comerciales. La decisión permitirá evacuar a cientos de turistas atrapados y facilitar la entrada de recursos esenciales para la reconstrucción.
Las autoridades confirmaron que el huracán Melissa ha dejado al menos 19 muertos en Jamaica, la mayoría en las parroquias occidentales de Saint Elizabeth, Westmoreland y Saint James. La ministra de Educación e Información, Dana Morris Dixon, indicó que aún podrían encontrarse más víctimas, pues los equipos de rescate reportan varios cuerpos sin recuperar en esas zonas.
“La devastación en el oeste es inimaginable”, lamentó Dixon, quien encabeza uno de los comités de emergencia creados por el Gobierno para coordinar la recuperación. Brigadas del Ministerio de Obras Públicas trabajan en restablecer las carreteras entre Hanover y Westmoreland, y no se descarta construir tramos provisionales para restablecer la comunicación terrestre.
Melissa, ahora degradada a ciclón postropical, fue el fenómeno más violento de la actual temporada del Atlántico. Dejó más de 50 muertos en el Caribe, con Jamaica y Haití entre los más afectados. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos advirtió que, aunque el sistema se aleja del continente, las marejadas seguirán impactando durante el fin de semana a la costa noreste estadounidense, Canadá y varias islas atlánticas.
El país caribeño enfrenta ahora un doble reto atender la emergencia inmediata y planificar la reconstrucción de comunidades enteras que quedaron arrasadas. En medio del dolor y la incertidumbre, la llegada de ayuda internacional representa una esperanza tangible para miles de familias que comienzan, con esfuerzo, a reconstruir su futuro.








