Los Rojos de Cincinnati removieron este lunes al antesalista dominicano Jeimer Candelario de su roster de 40 jugadores apenas minutos después de activarlo de la lista de lesionados. El movimiento, sorpresivo a simple vista, confirma que la gerencia perdió la paciencia con un bate que no arrancó ni en 2024 ni en el primer tercio del presente torneo.
Según la oficina de prensa del club y más tarde confirmado por varios reportes de prensa en Estados Unidos, la decisión coloca al jugador en el limbo del “DFA” en un plazo máximo de siete días podrá ser reclamado, cambiado o, en última instancia, dejado libre.
Un contrato que pasó de ilusionar a lastrar la nómina
Candelario llegó a Cincinnati con bombos y platillos en diciembre de 2023: tres años y US$45 millones más una opción de US$15 millones para 2027, el mayor pacto del club desde 2020. Sin embargo, su producción se desplomó. Tras un 2024 de .225 de promedio y .708 de OPS, el switch-hitter aterrizó en 2025 con un raquítico .113 y OPS de .411 en 22 juegos; la estadística avanzada de Statcast lo ubica en el percentil más bajo en calidad de contacto.
La franquicia cargará ahora con cerca de US$22.5 millones en salario restante, la factura más alta que asume Cincinnati desde que absorbió los US$22 millones del veterano Mike Moustakas al cortarlo en enero de 2023.
¿Quién se anima a apostar por él?
Con 31 años y capacidad para defender ambas esquinas del infield, Candelario podría encajar en clubes que necesitan profundidad a bajo costo los Mets, que han rotado a Brett Baty y Mark Vientos sin encontrar constancia; los Gigantes, con un Evan Longoria en regresión; o incluso los Rays, especialistas en revivir carreras. Eso sí, cualquier equipo que lo reclame deberá asumir su salario, a menos que llegue a la agencia libre y firme por el mínimo prorrateado.
La lección para Cincinnati
Esta salida subraya un patrón reciente: la organización arriesga en la agencia libre, pero corta sus pérdidas con rapidez si el retorno no llega. Pasó con Moustakas, ocurrió con Shogo Akiyama y vuelve a repetirse con Candelario. Si algo distingue a los Rojos de hoy es su disposición a “comerse” contratos para abrirle paso al talento joven Spencer Steer, Noelvi Marte y compañía en vez de hipotecar turnos valiosos esperando un repunte que quizá nunca llegue.
Mirada al futuro inmediato
Para Candelario, quedar libre tan temprano en la campaña le ofrece tiempo de sobra para firmar con un contendiente que necesite un bate ambidiestro. Pero la ventana se estrecha el dominicano debe demostrar que la distensión lumbar quedó atrás y que el swing no perdió explosión. De lo contrario, ese contrato que una vez lució como premio gordo podría convertirse en el último gran cheque de su trayectoria en las Mayores.