JetBlue Airways volvió a apretar el cinturón. La aerolínea confirmó a su personal que recortará frecuencias en horarios flojos, cancelará rutas que no dejan dinero y dejará estacionados cuatro Airbus A320 cuyo “upgrade” estaba previsto para este año. La idea es frenar la sangría de efectivo hasta que el mercado vuelva a respirar.
El panorama financiero no luce alentador en el primer trimestre de 2025 la compañía perdió US$ 208 millones y operó con un margen de –8.2 %, un golpe que obligó a suspender cualquier esperanza de terminar el año en equilibrio. Joanna Geraghty, la nueva CEO, reconoció en su memo que, aun con una mejora moderada en las reservas, la caja seguirá dependiendo de financiamiento externo.
La decisión llega justo cuando los pasajes nacionales en EE. UU. llevan dos meses cayendosolo en mayo los precios bajaron otro 2.7 % según el índice CPI y las aerolíneas de bajo costo están recibiendo la peor parte del golpe. JetBlue, Frontier y Southwest compiten por un viajero más frugal, mientras las grandes heredadas (Delta, United) se refugian en el negocio “premium” y la larga distancia.
American Airlines ya adelantó su propia dieta: 70 vuelos semanales menos en rutas de largo radio este otoño y un freno a la expansión de capacidad para proteger márgenes. El mensaje es claro nadie quiere volar asientos vacíos ni sostener aviones viejos que beben combustible caro.
Para los dominicanos, el ajuste pega de frente. JetBlue es el mayor operador entre Nueva York, Boston y Santo Domingo, con picos de hasta 10 vuelos diarios en temporada alta. Si la empresa recorta las salidas de madrugada las menos rentables los boletos podrían encarecerse en los “slots” restantes y apretar la ya limitada oferta de asientos hacia el Caribe. Conviene comprar con antelación o mirar alternativas mixtas vía Miami y San Juan.
En paralelo, la aerolínea dice que revisará su nómina ejecutiva y limitará los viajes corporativos internos. No es solo un recorte contable es un cambio de chip hacia una operación más esbelta que prioriza rutas de alto contenido “VFR” (visita a familiares y amigos) y mercados donde domina la fidelidad a precio justo.
Los analistas de Wall Street advierten que, si la demanda doméstica no repunta antes del invierno boreal, veremos más fusiones de horarios y quizá una pausa en la entrega de nuevos aviones para todo el segmento “low-cost”. JetBlue se juega mucho en los próximos seis meses necesita volver al “breakeven” operativo para preservar su grado de inversión y evitar que las agencias de rating suban el tono de alerta.
Mientras tanto, los viajeros caribeños tendremos que estar atentos a los avisos de itinerario. En tiempos de vacas flacas, cada asiento cuenta y las aerolíneas no dudan en mover fichas rápido. Comprar temprano, monitorear cambios y mantener flexibilidad puede ser la mejor estrategia para no quedarse en tierra.