MILWAUKEE, EE. UU. Un día antes de abrir serie contra los Cerveceros, los Dodgers de Los Ángeles subieron al dominicano Julián Fernández desde Triple A, apostando a su recta de casi 97 mph para tapar los huecos de un bullpen que se desmorona por las lesiones.
Según el reportero Fabian Ardaya en The Athletic, el club seleccionó el contrato del derecho de 29 años y lo añadió al roster de 40, movimiento que vino acompañado de la baja del zurdo Justin Wrobleski a las menores.
Una carrera de curvas y rectas
Fernández se ganó esta nueva oportunidad después de una travesía poco lineal: cirugía Tommy John en 2019, debut fugaz con Colorado en 2021 y un 2023 para el olvido con Toronto. El punto de inflexión llegó en la Liga Mexicana, donde lanzó para 1.82 de efectividad y revalidó su etiqueta de “flame-thrower”. Este año, pese a trabajar en la Liga de la Costa del Pacífico paraíso de los bateadores ha ponchado al 25.6 % de los rivales con una recta promedio de 96.9 mph y un cambio en 85 mph. Los Dodgers valoran, además, que todavía conserve opciones de envío a las menores para manejarlo con flexibilidad.
Un bullpen en modo “sálvese quien pueda”
La promoción ocurre mientras doce lanzadores angelinos siguen en la lista de lesionados, cifra que obliga al club a improvisar juegos de “opener” y llamadas exprés desde Oklahoma City. Entre las bajas más recientes figura Michael Kopech, colocado en la IL de 10 días por problemas en el hombro, convirtiéndose en el duodécimo pitcher inhabilitado esta campaña.
Lo que aporta Fernández hoy
Aunque su efectividad de 4.08 en Triple A no deslumbra, los directivos valoran el contexto la PCL promedia más de cinco carreras por juego y los parques suelen ser trampolines para la bola. Con su sinker pesado, el quisqueyano induce rodados (46 % este año) y ofrece un perfil diferente al de los jóvenes de perfil “spin-rate” que abundan en la finca.
Proyección de cara al Deadline
Con el receso del Juego de Estrellas a la vuelta de la esquina y la fecha límite de cambios (31 de julio) acechando, L. A. necesita respuestas rápidas mientras decide si adquiere un relevista probado. Fernández tendrá vitrina inmediata si demuestra control su talón de Aquiles histórico podría quedarse como brazo medio y permitirle al equipo usar a Evan Phillips y Daniel Hudson en roles de máxima presión una vez regresen de sus propias lesiones.
Señales para el resto de la Liga
Para el dominicano, cada aparición será una audición además de su recta explosiva, los scouts destacan un cambio de velocidad que actúa como “split-change”, perdiendo nueve a once millas y cayendo tarde. Si logra encadenar salidas limpias, no solo estabilizará el relevo de Dave Roberts; también se convertirá en pieza de valor para una oficina que suele maximizar talentos descartados, como hiciera con Yency Almonte en 2022.
En un calendario donde los Dodgers han demostrado que la profundidad es el seguro de vida, Julián Fernández llega como refuerzo de emergencia y quizá como nueva historia de redención caribeña en Hollywood.








