Juntas de Regantes exigen al INDRHI respeto a convenios en Barahona

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Las Juntas de Regantes del río Yaque del Sur y del río Las Damas han llevado a los tribunales a cuatro altos funcionarios del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) por lo que describen como un manejo arbitrario del caudal que alimenta las fincas de la región sur. La querella incluye, además, una medida cautelar que busca cerrar la compuerta que hoy desvía agua al Consorcio Azucarero Central (CAC), al entender que el ingenio incumple los acuerdos firmados con los agricultores.

Documentos judiciales consultados muestran que el juez de la Segunda Sala Civil de Barahona declaró en rebeldía al director de Operaciones del INDRHI, Juan Carlos Novas Méndez, y se reservó el fallo sobre la convocatoria urgente de todas las partes. El proceso lo impulsa el abogado Julio César Segura Mora en nombre de los presidentes de ambas juntas de regantes, quienes alegan que la ruta del agua cambió sin previa consulta y que los cultivos de la zona empiezan a resentirlo.

Una llaga vieja que supura

El roce entre los regantes y el CAC no es nuevo. El año pasado, organizaciones sindicales denunciaron que brigadas policiales reprimieron una huelga de cañeros en Batey 5, dejando varios heridos y profundizando el malestar contra la empresa azucarera. Para los agricultores, aquel episodio confirmó la “doble vara” con la que dicen se administra la infraestructura hídrica la caña recibe prioridad y los canales secundarios se quedan secos.

El INDRHI defiende su gestión, pero reconoce déficits

Desde Santo Domingo, el INDRHI recuerda que este mismo año acordó con el bloque de juntas de regantes del Yaque del Sur un plan de mantenimiento de canales y la puesta en marcha de la presa Montegrande, diseñada para garantizar agua de riego aún en temporada de estiaje. La institución asegura haber limpiado más de 533 kilómetros de drenajes en 2024, aunque admite que los sistemas secundarios siguen dependiendo de presupuestos y equipos que “no siempre llegan a tiempo”.

El contexto: más productores, menos agua

El sur vive una paradoja. Mientras se proyecta tecnificar el riego para 34 mil productores y 72 mil hectáreas en la cuenca del Yaque del Sur, el caudal promedio del río ha caído un 15 % en la última década, según estimaciones de la Dirección de Tecnificación Nacional de Riego y organismos multilaterales. Esa presión sumada al uso industrial convierte cada desviación de agua en un enfrentamiento directo entre arrozales, bananos y caña de azúcar.

Qué puede pasar ahora

  • Si el juez acoge la medida cautelar, el CAC tendrá que buscar fuentes alternas o detener molinos mientras se decide el fondo del litigio.

  • Si el tribunal desestima la solicitud, las juntas tendrían que probar daños cuantificables para persistir en la demanda civil.

  • El Ejecutivo podría mediar, pero tendría que balancear la promesa de tecnificación con la urgencia de sostener empleos en el sector azucarero.

Más allá del pleito legal

Aun si la sentencia favorece a los regantes, persistirá la pregunta clave ¿quién controla realmente la llave del agua? Técnicos consultados advierten que, sin un sistema de monitoreo en línea y sanciones automáticas por desvío indebido, los fallos judiciales pueden quedarse en papel mojado.

En Barahona, mientras tanto, los agricultores miran al cielo con recelo y al canal con desconfianza saben que la próxima sequía podría llegar antes de que el tribunal termine de deliberar.

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