La mañana se pintó de confusión en Friusa, un sector de Bávaro, cuando grupos de personas decidieron plantarse en las calles en rechazo a la creciente migración irregular proveniente de Haití. A pesar de los llamados de los organizadores para mantener la protesta en calma, hubo momentos en los que la indignación se desbordó, sobre todo cuando los manifestantes se toparon con un fuerte contingente policial.
Según reporta deultimominuto, los agentes hicieron uso de bombas lacrimógenas para dispersar a quienes pretendían llegar hasta la zona popularmente conocida como “El Hoyo de Friusa”. Esta área concentra, de acuerdo con vecinos, una población significativa de inmigrantes haitianos, lo que ha generado tensiones recientes. Algunos testigos en el lugar indicaron que se les impidió avanzar y que no tuvieron oportunidad de dialogar o exponer sus quejas.
La oleada migratoria desde Haití no es un fenómeno nuevo. Informes oficiales de la Dirección General de Migración reflejan que el cruce de ciudadanos haitianos hacia suelo dominicano ha aumentado en la última década. Analistas independientes, como el Observatorio Político Dominicano, han advertido que la falta de un plan integral de control fronterizo y la ausencia de mecanismos claros de integración exacerban el conflicto. Esta dinámica tensiona la relación entre las comunidades locales y los migrantes, mientras que muchos atribuyen la responsabilidad al gobierno encabezado por el presidente Luis Abinader.
Quienes se manifiestan aseguran que las restricciones a su derecho a protestar responden al deseo de silenciar las denuncias sobre presunto desorden migratorio. No es la primera vez que un acto de este tipo en la zona es interrumpido. Pobladores relatan que necesitan mayor presencia de instituciones oficiales que velen por el orden y a la vez definan políticas humanitarias para los inmigrantes. Aun así, reina el descontento: se siente un reclamo generalizado para que las autoridades ejecuten planes realistas que garanticen la seguridad ciudadana sin descuidar el respeto a los derechos humanos.
Expertos en temas fronterizos recomiendan estrategias integradas que no se limiten al control policial. Plantean la urgencia de agilizar procesos de regularización, ofrecer programas de empleo regulado y reforzar la frontera con tecnología moderna, no solo con mayor número de agentes. Aseguran que sin esa visión estratégica, episodios como el de Friusa seguirán repitiéndose.
Hay voces que llaman a la moderación y al diálogo, conscientes de que las tensiones sociales perjudican el turismo en la región, un pilar económico para toda la provincia de La Altagracia. Mientras tanto, persiste la incertidumbre en las calles de Bávaro, donde muchos esperan que el gobierno y la comunidad encuentren una vía para zanjar diferencias y restaurar la calma.