El nuevo timonel del Santos FC, Cléber Xavier, no se anda con rodeos para él, Neymar sigue siendo el eje del vestidor y la pieza que puede cambiarle la cara al equipo paulista.
Según la agencia EFE, durante su presentación el técnico exmano derecha de Tite en la “Seleção” desestimó las críticas al “10”, insistiendo en que el astro “nunca fue un problema, sino la solución” dentro y fuera del campo.
La defensa pública de Xavier llega en un momento delicado: el Peixe ronda la zona de descenso y necesita un revulsivo urgente. El propio entrenador lo admitió su debut será esta semana en Copa, seguido de un choque directo por la permanencia ante Grêmio y confía en que el carisma de Neymar insufle ánimo a un grupo golpeado.
Un retorno que aún no despega
Neymar regresó a Vila Belmiro en enero con un contrato de seis meses prorrogables, tras romper su vínculo millonario con el Al-Hilal saudí. Sin embargo, la puesta a punto ha sido tortuosa en los últimos tres meses apenas disputó nueve encuentros, con tres goles y tres asistencias, antes de volver a caer por dolencias musculares. El rosario de lesiones no solo frena al jugador; también mina la paciencia de una hinchada que se ilusionó con verlo brillar otra vez en casa.
Aun así, la directiva no descarta ampliar el vínculo más allá de julio e, incluso, acompañarlo hasta el Mundial 2026, confiando en que recupere continuidad y valor de mercado.
¿Icono o distracción?
Xavier sabe que la narrativa alrededor de Neymar es un arma de doble filo: su sola presencia vende camisetas y genera interés global, pero cada salida nocturna o lesión recurrente alimenta dudas sobre su compromiso. De cara al grupo, el técnico apuesta por el Neymar “líder silencioso” que solía animar las concentraciones de la Canarinha.
El mayor reto no es táctico Neymar puede jugar suelto detrás del “9” o partir desde la izquierda sino físico y emocional. El departamento médico le ha diseñado un plan individual de cargas y prevención, consciente de que una recaída grave en el muslo izquierdo sería catastrófica para el cierre de temporada.
Un Santos en reconstrucción
Más allá del magnetismo del “10”, el club necesita resultados inmediatos. Xavier, con 24 años de experiencia como asistente, asume su primera prueba grande como DT principal. Firmó hasta finales de 2025 y ya dejó claro que no habrá “licencias” para nadie: el que no aguante la presión, banco o tribuna.
Para la directiva, el camino es claro blindar a Neymar, apuntalar la zaga y sumar en los próximos dos partidos; de lo contrario, el romanticismo del regreso podría convertirse en otro capítulo amargo para un Santos que descendió en 2023 y aún no cierra sus cicatrices.
Mirada al futuro
Si el plan funciona, Neymar podría llegar al Mundial de Norteamérica con ritmo competitivo y el club recuperaría protagonismo deportivo y financiero. Si falla, el experimento confirmaría la peor sospecha de sus detractores que el ídolo no necesitaba una segunda parte en la película.
Por ahora, Xavier pone el pecho: “Neymar es la solución”. El césped y la enfermería dirán cuánta razón tiene.