El fuerte oleaje que azota la costa Atlántica cambió súbitamente el panorama vacacional en el nordeste dominicano. A primera hora de este Sábado Santo, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) dispuso el cierre indefinido de Playa Grande, Playa Caletón (Río San Juan) y Playa Brava (Nagua), tras evaluar que las crestas alcanzan alturas peligrosas para bañistas y pescadores.
Según CDN, el periodista Rafael Salazar detalló que la medida se coordinó con la Defensa Civil y la gobernadora Amada López, luego de que las boyas costeras reportaran ráfagas sostenidas de 30 nudos entre Cabo Francés Viejo y Río San Juan.
El cierre local se inserta en un veto más amplio el COE prohibió el baño y los deportes acuáticos en todo el litoral entre Cabo Francés Viejo (María Trinidad Sánchez) y Cabo del Moro (Montecristi), una franja donde el mar puede superar los 3 metros de altura en las próximas 48 horas. A escala nacional, 266 balnearios permanecen clausurados este asueto de Semana Santa para evitar tragedias.
Franklin Difo, director provincial de la Defensa Civil, explicó que los socorristas desplegaron bandera roja y patrullajes terrestres para impedir el acceso a las zonas vedadas. “No vamos a esperar el primer incidente para actuar; la prevención es la mejor inversión”, insistió el funcionario, mientras equipos de rescate reforzaban los puntos ciegos de Playa Grande.
En contraste, la popular Poza de Bojolo también en Nagua sigue abierta, aunque con poca afluencia. El director regional de Turismo, Carlos Machuca, afirmó que allí el oleaje es “manejable” y que los guardavidas cuentan con radios, drones y tablas de rescate para cualquier eventualidad.
El Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet) advirtió que el patrón de viento del noreste persistirá hasta la madrugada del Domingo de Resurrección, generando oleaje picado en ambas costas. Embarcaciones menores deben permanecer en puerto o navegar con extrema precaución.
Las autoridades reiteran a los vacacionistas que consulten los boletines oficiales antes de desplazarse y eviten los accesos improvisados al mar. El operativo “Conciencia por la Vida 2025” mantendrá puestos médicos, grúas y lanchas rápidas en los corredores turísticos hasta el lunes.
Mientras tanto, los hoteleros de Río San Juan y Cabrera calculan pérdidas moderadas por cancelaciones de última hora, pero confían en una rápida reapertura una vez el mar se aquiete. La lección, señalan, es clara: disfrutar de la playa es un privilegio que siempre se negocia con la naturaleza.
