El Seguro de Desempleo en España, a través de prestaciones contributivas y ayudas asistenciales, brinda una vía de auxilio a quienes están atravesando dificultades laborales. Muchas personas no alcanzan a cotizar lo suficiente o ven cómo se les vence la prestación contributiva, quedando en una posición vulnerable que demanda soluciones ágiles y, sobre todo, eficaces.
Según eldiario, donde la periodista Raquel Sáez ha abordado este tema, el subsidio por desempleo se perfila como la principal tabla de salvación para quienes se quedaron sin acceso al llamado “paro” o ya gastaron esa prestación. Este auxilio asistencial no se limita a un único perfil: cubre desde aquellos que perdieron su trabajo de forma involuntaria hasta quienes laboran a medio tiempo y desean una protección complementaria. El requisito central descansa en carecer de ingresos suficientes o, en su defecto, contar con responsabilidades familiares que justifiquen el apoyo. El importe ronda el 80 % del IPREM mensual, un indicador público que, de acuerdo con datos oficiales para 2024, bordea los 600 euros, lo que sitúa la prestación en unos 480 euros al mes.
Los expertos destacan que, además de cumplir con el trámite formal de inscripción como demandante de empleo, se necesita demostrar que se han agotado otras rutas de ayuda, como la prestación contributiva. La Encuesta de Población Activa (EPA) revela que España presenta una tasa de desempleo que ronda el 12,8 % en los últimos registros, marcando la importancia de que un organismo como el SEPE flexibilice y amplíe los requisitos para llegar a más personas. A esto se suma el hecho de que, para muchos, tener 45 años o más y verse sin trabajo puede convertirse en un calvario cuando las empresas buscan plantillas más jóvenes. Por ese motivo, el Estado insiste en contemplar la edad del solicitante y sus cargas familiares antes de conceder la ayuda.
Distintas voces en foros laborales indican que la cobertura por desempleo debería ir más allá de la simple prestación económica, incluyendo orientación y formación continua que ayude a encaminarse hacia nuevas oportunidades profesionales. Esas propuestas, unidas al panorama laboral actual, apuntan a la necesidad de un constante perfeccionamiento de la red de seguridad que el SEPE ofrece. Al final del día, no se trata solo de garantizar el sustento, sino de abrir puertas para que cada ciudadano recupere su estabilidad en el mercado de trabajo.