La madrugada de este miércoles, un despliegue combinado de la Policía Nacional, la Subdirección de Inteligencia (Dintel), la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y fiscales del Ministerio Público sacudió varios barrios de Higüey. En seis allanamientos y diez intervenciones puntuales cayeron seis presuntos traficantes; también se incautaron porciones de cocaína, crack y marihuana, además de dinero en efectivo, balanzas digitales y celulares que, según los investigadores, servían para coordinar la venta al menudeo. La acción se enmarca en la ofensiva nacional contra el microtráfico que busca cerrar los llamados “puntos” antes de que recrudezca la temporada alta de turismo en La Altagracia.
Aunque Higüey ha sido noticia hoy, la arremetida no es aislada. El mismo 28 de mayo, la Policía reportó un operativo similar en el populoso sector Capotillo, Santo Domingo, donde se ocuparon drogas, tragamonedas y hasta armas blancas . Las autoridades insisten en que la estrategia de “golpes quirúrgicos” rápidos, simultáneos y con apoyo judicial está reduciendo la capacidad de rearticulación de las redes barriales.
Los números respaldan esa narrativa solo en los primeros veinte días de enero, la DNCD y la Policía sacaron de las calles más de 597 mil gramos de estupefacientes y arrestaron a 2 452 personas en todo el país, de acuerdo con los registros oficiales compilados por Diario Libre . Para el organismo antinarcóticos, esas cifras prueban que el microtráfico “ya no opera impunemente en ninguna provincia”, aunque reconocen que la demanda local y la cercanía con los polos turísticos complican el panorama en el este.
Higüey, además, enfrenta un reto particular la ciudad funciona como bisagra entre los corredores de droga que suben desde la zona fronteriza y el flujo constante de visitantes que llega a Punta Cana. Fuentes policiales explican que los cabecillas suelen alquilar viviendas temporales, mueven pequeñas cantidades y rotan a los vendedores cada quince días para esquivar la vigilancia. De ahí la importancia de los allanamientos simultáneos: “cuando tumbamos varios puntos en la misma noche, evitamos que se muden de calle y seguimos la ruta del dinero”, dijo un oficial involucrado en el operativo.
El Ministerio Público adelantó que solicitará prisión preventiva contra los seis detenidos mientras profundiza las pesquisas sobre presunto lavado. Entre las evidencias ocupadas figuran transferencias bancarias fraccionadas y recibos de giros internacionales, indicios de que la red podría estar enviando ganancias a testaferros fuera del país. Si la investigación confirma esa hipótesis, los imputados enfrentarían cargos adicionales por violar la Ley 155-17 sobre lavado de activos.
A mediano plazo, Seguridad Ciudadana planea combinar estos operativos con programas de prevención en escuelas y juntas de vecinos, conscientes de que el microtráfico se nutre de jóvenes reclutados con promesas de “dinero fácil”. Mientras tanto, los residentes de Higüey celebran el respiro. “Aquí uno vivía con miedo de que esos tigres te vendieran droga al frente de los muchachos. Hoy amanece la calle más tranquila”, comentó un motoconchista de Villa Cerro minutos después de los allanamientos.
Con este nuevo golpe, las autoridades envían un mensaje claro el microtráfico no tendrá espacio para replegarse en La Altagracia. Queda por ver si la presión sostenida y la inversión social logran quebrar definitivamente las estructuras que, aunque pequeñas, alimentan la cadena del narcotráfico a nivel nacional.