El Ășltimo operativo realizado por la PolicĂa Nacional en Santiago ha traĂdo consigo un soplo de esperanza para quienes ven con preocupaciĂłn cĂłmo proliferan los puntos de distribuciĂłn de sustancias ilĂcitas. Las autoridades, segĂșn sus reportes internos, derribaron varias construcciones precarias donde se presume se vendĂan drogas, incautando importantes cantidades de marihuana y cocaĂna, y poniendo tras las rejas a varios individuos vinculados a estos hechos.
Como revela deultimominuto en una cobertura especial de Inocencio EncarnaciĂłn, el decomiso incluyĂł mĂĄs de 4 libras de presunta marihuana repartidas en distintos paquetes, junto a mĂĄs de un centenar de porciones de la misma sustancia y varias porciones de presunta cocaĂna. En un caso concreto, el haitiano Dulu Desil fue arrestado con decenas de porciones de marihuana, asĂ como una balanza y dinero en efectivo, mientras otros sospechosos lograron darse a la fuga al sentir la presencia policial.
EstadĂsticas recientes de la DirecciĂłn Nacional de Control de Drogas (DNCD) señalan que en la regiĂłn norte del paĂs se han incrementado significativamente las incautaciones de narcĂłticos en el Ășltimo año, lo que refleja una escalada en el trĂĄfico de estupefacientes. Algunos lugareños de sectores como Arroyo Hondo Abajo, Barrio Obrero, Barrio Lindo y Laguna Prieta, en el municipio de Puñal, manifiestan su preocupaciĂłn por la facilidad con la que se instalan estos puntos de venta, a menudo cerca de zonas residenciales y escuelas.
Los operativos en Santiago son parte de un plan estratégico que busca frenar el suministro de drogas y reducir la inseguridad en las comunidades. Varias entidades estatales unen esfuerzos para dar con los fugitivos y desarticular las redes locales dedicadas a estos delitos. Cada arresto conlleva la apertura de procesos legales y pone en evidencia la necesidad de seguir reforzando la vigilancia policial en åreas de alta vulnerabilidad.
Quienes conocen la dinĂĄmica social de la provincia entienden que, si bien estas intervenciones generan un respiro, tambiĂ©n plantean el desafĂo de promover programas de prevenciĂłn y educaciĂłn. Mediante la colaboraciĂłn de la ciudadanĂa, las autoridades esperan agilizar las investigaciones y redoblar la vigilancia, con la meta de reducir significativamente la venta y el consumo de estupefacientes en la zona.
Distintos organismos de seguridad invitan a la poblaciĂłn a ofrecer informaciones que puedan llevar a futuras capturas, resaltando que la denuncia anĂłnima contribuye de manera decisiva al Ă©xito de cada incursiĂłn oficial. Con estas estrategias, se pretende no solo perseguir a los involucrados, sino proteger a quienes dĂa a dĂa buscan una vida tranquila, libre de la amenaza latente del narcotrĂĄfico.