Pacers remontan y vencen a Knicks 138-135 en prórroga, Haliburton brilla

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Los Indiana Pacers silenciaron el Madison Square Garden al robar el Juego 1 de las Finales del Este con un cardíaco 138-135 en tiempo extra, liderados por un Tyrese Haliburton que empató el choque con un disparo sobre la chicharra y luego manejó los hilos hasta el cierre.

Según la agencia EFE, la volcada moral de los neoyorquinos se evaporó en apenas 159 segundos Aaron Nesmith clavó seis triples consecutivos y Haliburton, creyendo haber marcado de tres, pisó milimétricamente la línea para forzar la prórroga. El gesto del “ahorcamiento” que lanzó a la grada recordó la mítica provocación de Reggie Miller a Spike Lee en 1994, reavivando una rivalidad que ardió en los 90 y que ahora vive su segunda etapa dorada.

El milagro en números

  • Haliburton firmó 31 pts, 11 asist y 4 reb, desquitándose de un curso regular donde promedió 18,6-9,2-3,5.

  • Nesmith sumó 30 pts (20 en el último cuarto) y Myles Turner añadió tapones cruciales.

  • Del lado local, Jalen Brunson explotó con 43 pts, pero perdió siete balones, dos de ellos en la prórroga, mientras Karl-Anthony Towns aportó 35-12.

La historia se repitió Nueva York se vio +16 a mitad del último período con Brunson castigado por cinco faltas; Thibodeau le dio descanso y el Garden cantaba victoria. Pero Indiana, un equipo que vive de correr y lanzar sin miedo, se negó a bajar los brazos. Quando Brunson volvió, los Pacers ya estaban encendidos y el pánico había cambiado de camiseta.

Contexto y ecos de los 90

Pacers y Knicks chocaron seis veces en postemporada entre 1993 y 2000. En 2024 ya revivieron la saga con una semifinal que se fue a siete juegos y ahora repiten, pero con boleto a las Finales de la NBA en juego. La narrativa no podría ser mejor un base talentoso contra la mítica garra del Garden, un entrenador veterano (Thibodeau) frente a Rick Carlisle, campeón en 2011.

Lo que viene

La serie continúa este viernes 23 de mayo nuevamente en Nueva York antes de trasladarse a Indianápolis para el Juego 3 del domingo.

Con la moral por las nubes y con Haliburton reinstalando la arrogancia de Miller, Indiana sabe que robó la localía, pero también que los Knicks responden mejor cuando están contra la pared. Si algo dejaron claro estos primeros 48 mejor dicho, 53 minutos es que la vieja rivalidad entra en una nueva dimensión la del triple de Nesmith, la visión de Haliburton y el Garden rugiendo como en sus mejores épocas. El telón apenas se abre; agárrense, que esto promete teatro del bueno.

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