El cantautor español Pancho Varona ha llegado a suelo dominicano para encender los escenarios con su reconocida trayectoria. Durante estas presentaciones, programadas en el emblemático Hard Rock Café de la ciudad y en un segundo concierto en Punta Cana, promete cautivar con la misma energía que lo ha posicionado como uno de los pilares de la música hispana. Su propuesta combina temas icónicos con creaciones frescas que invitan a corear y sentir cada nota.
Según destaca Lady Alvarez a través de deultimominuto, Varona no vino solo. Lo acompañan los dominicanos José Antonio Rodríguez y Janio Lora, dos exponentes que aportan su propio sello al encuentro, reforzando la conexión entre la música española y la dominicana. La producción, liderada por Alexis Casado, está bautizada como “…Y 500 noches”, evocando la mítica colaboración de Varona con Joaquín Sabina y sumando un guiño nostálgico para los seguidores de su discografía.
Los conciertos no se limitan a repetir éxitos: el madrileño, cuyo nombre resonó fuerte al coescribir clásicos como “19 días y 500 noches”, comparte historias personales y anécdotas curiosas de su trayectoria. Esta actitud cercana ha forjado una afinidad especial con el público quisqueyano, que suele recibir con entusiasmo a artistas de la talla de Varona. De fuentes públicas se sabe que el músico ha visitado varios países de América Latina con aforos a casa llena, evidenciando la vigencia de su obra y el arraigo de sus canciones a lo largo de los años.
Para muchos, la presencia de este coautor de éxitos de Joaquín Sabina en República Dominicana es motivo de celebración. Suma, además, la esencia local que aportan Rodríguez y Lora, quienes han dado un toque criollo a las interpretaciones. Un concierto pensado como “un viaje a las profundidades del amor y el desamor” no podía pasar desapercibido, y el público dominicano lo ha acogido con verdadero agrado.
La propuesta de Varona subraya la fusión entre la tradición española y la calidez dominicana, un vínculo que se fortalece con cada intercambio cultural. Con estos recitales, el artista ratifica su cercanía con un país que, por lo visto, seguirá recibiéndolo con brazos abiertos y la algarabía típica de una tierra que sabe festejar la buena música.